El equipo dirigido por Sergio Hernández se impuso con parciales de 22-21, 18-21, 21-25, 22-13.

Parejo, friccionado, con momentos de buen juego por ambos lados, y con una Serbia más precisa a la hora de cerrar el primer tiempo. Así fueron los primeros 20 minutos.

Fue mejor la Argentina en el arranque. Bien conducida por "Pepe" Sánchez, correctamente acompañado por Emanuel Ginóbili, con un Luis Scola fundamental en el ataque (goleador del equipo argentino en el primer tiempo, con 10 puntos) y con algunos pasajes de lujo.

Serbia empezó a emparejar con el goleo de Igor Rakocevic (13 tantos en el primer tiempo) y Darko Milicic (13), y también con un quedo del seleccionado argentino, que ya no tuvo tanto aciertos en sus bases y por lo tanto se quedó sin gol (tuvo un bajísimo 39 por ciento en dobles).

La figuras del seleccionado argentino fueron Juan Ignacio Sánchez, Luis Scola (además fue el goleador del equipo, con 22 puntos) y Carlos Delfino. Foto: Télam

En ese pasaje del partido, sólo los aciertos de Walter Herrmann mantuvieron vivo el ataque argentina, pero la balanza comenzaba a inclinarse en favor de Serbia.

A 4 minutos 20 segundos para el final del segundo cuarto, Serbia igualó en 30 y a partir de allí pasó a liderar el resultado (la máxima que sacó fueron 5 puntos, cuando se puso 37-32), hasta que sonó la chicharra.

El arranque del complemento no pudo ser peor para los argentinos. Los problemas insinuados en el segundo cuarto (falta de gol) se prolongaron en el tercer cuarto, para desesperación de jugadores y cuerpo técnico.

Mientras la Argentina sin encontrar el rumbo, Serbia de la mano de Rakocevic (goleador del juego, con 25 puntos) y Milicic (un ala-pivote de 2,12 metros con muy buen tiro exterior) comenzó a despegarse y terminó ganando el cuarto por 66-61.

Parecía que se venía la noche, pero apareció el equipo y la cosa cambió. Con Sánchez manejando el equipo con una claridad tremenda y la gran defensa que Delfino ejerció sobre Rakocevic (en el último cuarto apenas convirtió 2 puntos), la Argentina se acercó en el marcador, y a 4 minutos 10 segundos del final pasó a comandar el resultado por 76-74.

En ese lapso apareció el oficio del equipo argentino, para conservar el resultado favorable y provocar que Serbia errara y errara todos sus lanzamientos.

El 83-79 habla a las claras de lo parejo y duro que resultó el encuentro. Un encuentro en el que la Argentina no jugó bien y tuvo que recurrir a su oficio y a la garra de sus jugadores para sacarlo adelante.

Fuente: DYN