Jueves, 24 de agosto de 2006 | Hoy
La línea mayoritaria de la CTA resolvió que el titular de Ctera sea el candidato a secretario general de la central. De Gennaro se dedicará a la construcción del movimiento político.
Por Martín Piqué
La decisión se tomó en una asamblea de 60 miembros de la agrupación Germán Abdala, la línea mayoritaria de la Central de Trabajadores Argentinos. Tras una reunión en la sede de ATE Capital, se resolvió que el titular de Ctera, Hugo Yasky, sea el candidato a secretario general que represente a ese espacio. Como segundo de la lista se eligió a Pablo Micheli, máximo dirigente de los estatales. Teniendo en cuenta la amplísima mayoría con que cuenta la agrupación Germán Abdala, donde están representados la mayoría de los gremios fundadores de la CTA más allá de la distancia o cercanía con el Gobierno, la candidatura de Yasky tiene un destino asegurado. Será el sucesor de Víctor De Gennaro. Para la central alternativa, con 1.200.000 afiliados en todo el país, el hecho representará un verdadero cambio histórico. Será la primera vez desde la fundación en 1991 que De Gennaro deja la conducción y que un dirigente ajeno a ATE –en este caso un docente– ocupa el primer lugar.
La idea de encumbrar a Yasky venía preparándose desde hace unos meses. La propuesta era nombrarlo como secretario general pero en el marco de un tándem que se completaría con Micheli. Esa alquimia era imprescindible para conformar a las diversas tendencias de la agrupación Germán Abdala. La designación del docente complacía a todos los sectores, pero con algunos condicionamientos. Para la mayoría de los afiliados a ATE esa alternativa era más atractiva con el acompañamiento de Micheli en una de las dos secretarías adjuntas. El tercer lugar probablemente quedará en manos de la jujeña Milagros Sala, de la ascendente agrupación territorial Túpac Amaru y enfrentada al gobernador Eduardo Fellner.
Aunque dejará el primer lugar para dedicarse a la construcción del “movimiento político, social y cultural” que la CTA viene proponiendo desde hace cuatro años, De Gennaro seguirá en una de las secretarías. Sus hombres de confianza aseguran que se quedará con la secretaría de Relaciones Institucionales. “Hace rato que Víctor venía planteando su voluntad de no seguir al frente para dedicarse al movimiento. Hay que darle libertad para la construcción de la fuerza propia”, dijo Micheli a Página/12. Claro que todo eso deberá ser confirmado en las urnas el 9 de noviembre, cuando se realizarán las elecciones internas. Este año, tras las reformas al estatuto, se votarán no sólo los 14 mil cargos de conducción en todos los distritos. También se elegirán por voto directo los 500 delegados que irán al próximo congreso de la CTA.
El nombramiento del tándem Yasky-Micheli llegó por consenso en una reunión en ATE Capital, en Carlos Calvo al 1300. Participaron de la asamblea varios dirigentes históricos de la CTA. Además de De Gennaro, Yasky y Micheli estuvieron Pedro Wasiejko (Neumáticos), Victorio Paulón (UOM-Villa Constitución), Daniel Corajuría (Nuevo Sindicato Gastronómico) y Víctor Mendibil (Judiciales). También hubo representantes de Depetri, quien no estuvo presente pero siguió las negociaciones a través del teléfono.
Una de las conclusiones del acuerdo fue nombrar una comisión de doce personas para que dentro de dos semanas se reúna con la Federación de Tierra y Vivienda, que encabeza el subsecretario de Tierras Luis D’Elía, y también con el Movimiento Territorial de Liberación (MTL), cuyo principal referente es Carlos Chile. La reunión con los delegados de la FTV promete ser bastante agitada. D’Elía pretendería ocupar la segunda secretaría adjunta de la CTA, mientras que el espacio que dirigen De Gennaro y Micheli quiere ofrecerle sólo tres o cuatro lugares en la lista. “El acuerdo tiene un límite. D’Elía en la lista no va”, anticiparon a Página/12 desde el entorno de Micheli. Quienes hablan seguido con D’Elía aseguran que si la negociación fracasa, el matancero podría armar una lista propia o, perdido por perdido, irse con un portazo.
Entre Yasky y Micheli, el primero se muestra más interesado en evitar rupturas. Se nota en su discurso, propio de un candidato de consenso.
–Algunos lo definen como cercano al kirchnerismo. Otros no. ¿Cómo definiría su perfil como máximo dirigente de la CTA? –preguntó Página/12.
–Yo defiendo la autonomía a muerte. No hay posibilidad de representar a la clase trabajadora si no pierde la capacidad de decidir con autonomía en defensa de los intereses que representa. Pero defender la autonomía no significa caer en un apoliticismo ingenuo. Estamos viviendo una etapa histórica de cambio en la región del sur de América latina y tenemos que viabilizar un modelo de sindicalismo en condiciones de disputar políticas públicas, de plantear agenda al poder político y con la capacidad de apoyar decisiones que vayan a favor de los intereses de los trabajadores.
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