El hecho conmocionó al vecindario del lujoso barrio de San Isidro, donde durante horas se desplegó un fuerte operativo policial y se cerraron varias calles para impedir que los delincuentes escaparan.

Todo comenzó anoche cerca de las 21 cuando el ciudadano británico, de 60 años, que trabaja como traductor, de apellido Temple; su esposa y una de sus cinco hijos llegaban en un auto Volkswagen Country, de hacer compras en un hipermercado, a su casa de Alsina 1231.

Allí tres jóvenes de 15, 17 y 19 años que iban en una moto Honda los interceptaron y los obligaron a punta de pistola a que les franquearan la entrada a la casa para asaltarlos.

Una de las hijas del matrimonio Temple, de 16 años, estaba en la cocina cuando oyó ruidos y se dio cuenta que habían ingresado los ladrones, y alcanzó a escapar por el jardín hacia la casa vecina, donde llamó al teléfono de emergencias de la policía bonaerense, el 911, que de inmediato desplegó un fuerte operativo de seguridad.

Los ladrones, al verse rodeados por la policía, optaron por tomar a la familia como rehén, mientras en algún momento el padre logró salir, no se sabía si porque pudo escapar o porque los ladrones le habían exigido que sacara dinero de un cajero automático.

Así, los delincuentes mantuvieron a su merced a la madre de familia y a la hija de 19 años, y según relató luego la policía, incluso comieron y bebieron.

Mediadores del grupo Halcón de la policía bonaerense comenzaron a dialogar con los tres jóvenes -que luego se probaría tenían todos antecedentes policiales- para convencerlos de que se entregaran, lo que recién lograron alrededor de la 5 de la mañana.

A esa hora se vio a la familia consternada pero ilesa, a excepción del padre, Templeton, quien tenía un corte en la cabeza, producto de un culatazo, por lo que luego le tuvieron que efectuar dos puntos de sutura.

Los tres delincuentes, todos domiciliados en la villa de emergencia La Cava -distante veinte cuadras del lugar del asalto- fueron conducidos a la comisaría 7, donde hoy al mediodía seguía alojado el mayor, de 19 años, a disposición del fiscal Daniel Quintana.

Los dos menores fueron trasladados al Centro Correccional de Pablo Nogues por orden de la jueza de menores de San Isidro Mirta Ravera Godoy.

El comisario Ernesto Aragues, jefe de la departamental de San Isidro, dijo a la prensa que Temple y una de sus hijas habían logrado escapar de la casa durante la madrugada "pero no por acción de los negociadores", mientras quedaban en el interior la esposa y una de sus hijas, de 19 años.

Un vigilador del barrio dijo a distintos medios radiales que había visto pasar a los muchachos, todos con pelo largo recogido, al estilo, dijo, "de los bailanteros".

Hoy a las 7 se vio al padre de la familia, canoso y con barba, regresando a su casa luego de prestar declaración, con una venda en la cabeza producto del golpe que sufrió, mientras una de sus hijas adolescentes lo recibía y lo abrazaba.

Temple se mostró cansado pero alcanzó a sonreir a los periodistas y camarógrafos que lo aguardaban, a quienes saludó con un breve gesto con la mano.

Fuente: DYN