Según explicaron desde el sindicato, la medida se adoptó tras un mes de negociaciones entre el gremio, los empresarios y las autoridades del Ejecutivo porteño, con el fin de evitar la paralización de las obras ya iniciadas.

Los trabajadores se movilizaron hace tres semanas a la sede del gobierno de la Ciudad y exigieron que se reinicien las obras paralizadas y que den cumplimiento al presupuesto comprometido.

Ante la falta de respuesta, la UOCRA decidió iniciar esta medida de acción gremial "en defensa de los legítimos derechos de los trabajadores constructores afectados", exigiendo la "regularización de las obras públicas en cuestión para posibilitar la reincorporación de los trabajadores y el cese de los despidos".