Los clubes españoles han rebasado todas las expectativas y, cuando faltan todavía más de dos semanas para que termine el plazo de contrataciones –que finaliza el 31 de agosto–, ya se puede hablar de cifras record: hasta 413,5 millones de euros han desembolsado los equipos de Primera en las 153 contrataciones que han realizado para remozar sus planteles, más de cien millones de diferencia con respecto a la pasada temporada. Una cifra sólo superada por los 450 millones de los tiempos galácticos del Real Madrid de Florentino Pérez, un año 2000 en el que el mecenas blanco reventó el mercado de pases con la contratación de Figo y situó el listón tan alto que a los demás clubes, desbordados, no les quedó más remedio que tirar la casa por la ventana. Pero todavía hay tiempo para superar aquellos excesos.

Apoyados en los nuevos contratos televisivos, en las siempre rentables operaciones urbanísticas y en las inyecciones financieras de patrocinadores e inversores privados, los clubes de fútbol gastan dinero sin descanso. Como siempre. Aunque este año hay matices y novedades: no hay fichajes deslumbrantes, con la excepción de la contratación de Thierry Henry por el Barcelona, los grandes actores se han intercambiado los papeles y los secundarios, la clase media del fútbol español, adquieren cada vez más importancia.

El Atlético de Madrid es la sorpresa del mercado. El club del Manzanares se ha destapado como el más derrochador de la Liga, con 77 millones desembolsados. Un club acuciado por las deudas, que afronta su vuelta a Europa con la mudanza del “Vicente Calderón” a la Peineta en el horizonte y al que el reciente traspaso de su estrella, Fernando Torres, le ha permitido afrontar fichajes tan costosos como los del delantero uruguayo Forlán (21 millones), el puntero portugués Simao (20 millones) o el español Raúl García (13 millones). Todos ellos con una plaza en el top ten de los futbolistas más caros del receso.

Por detrás del Atlético se sitúa el Barcelona. Un equipo al que la escasez de títulos de la pasada temporada ha impulsado a realizar un importante gasto (71,5 millones) y a sanear una de los planteles con más figuras de Europa. El pase de Henry, procedente del Arsenal, ha sido la contratación del verano –aunque no el más caro– y los nombres de Gaby Milito, Yayá Touré y Abidal se unen a una nómina en la que ahora lo más complicado es soltar lastre. La venta de Giuly al Roma, la de Gio al Feyenoord y la salida de Saviola deben ayudar a sufragar gastos, además de que han permitido deshacerse de jugadores cuyos sueldos no estaban en consonancia con su rendimiento. Motta, en el que el Milan de Berlusconi parece mostrar interés, podría ser el siguiente en salir.

El Real Madrid, pese al golpe de efecto de última hora del fichaje de Sneijder, deja de ser el equipo que más dinero invierte en jugadores, dudoso honor que ostentó las últimas tres temporadas. La entidad blanca ha desembolsado hasta la fecha un total de 71 millones de euros, los que se ha gastado entre Sneijder, Pepe y Drenthe. Sin embargo, el fichaje del central del Oporto es el más caro de cuantos se han llevado a cabo (30 millones). Una contratación que retrotrae a los tiempos más derrochadores del club blanco, aunque el cachet del jugador y su currículum nada tengan que ver con los de las bombas con que Florentino Pérez solía agitar el mercado. No hay Figos, Zidanes ni Ronaldos este año. Sólo jugadores de perfil más bajo, por los que, no obstante, se han pagado cantidades muy importantes, llegando incluso a acusarse desde otros clubes al presidente Ramón Calderón de inflacionista.

La contratación del racinguista Zigic (17 millones) situó al Valencia en el cuarto puesto en el gasto y, por detrás, un grupo de hasta cinco clubes cuya inversión no alcanza los 30 millones de euros: Villarreal, Zaragoza, Betis, Getafe y Sevilla. A destacar, un año más, la austeridad del Valencia, que se caracteriza por su buen tino en el mercado. Suele vender caro y comprar barato. Falta por concretarse la venta de Alves al Chelsea, por el que en su momento pagó 600 mil euros y por el que ya le han ofrecido 35 millones.

En la cola, nueve equipos que no superan los 10 millones de euros y que encarnan las diferencias de clase todavía existentes en el fútbol español. Dos de ellos, Racing y Valladolid, no se han dejado un solo euro en los doce pases que han realizado hasta el momento. La venta de Zigic debería animar al club santanderino a lanzarse a por algún jugador de renombre. La continencia de los castellanos es la causa natural de la condición del recién ascendido.

En conclusión, mucho dinero invertido en un raro negocio, resultadista como pocos, pero cuyos beneficios no pueden registrarse en un libro de cuentas. El balance a final de temporada pasará por la transformación de esas cifras en sensaciones, en éxitos o fracasos, en buen juego y títulos o en tedio y ostracismo. Puede ser la Liga más cara de la historia, pero, ¿será también la mejor?

*De El País de Madrid. Especial para Página/12.