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La empresa automotriz estadounidense confirmó un principio de convenio para lograr una alianza con su par italiana. Horas antes, Barack Obama había asegurado que esta fusión era la única salida para la compañía y le dio 30 días para llevarlo a cabo y demostrar que está en buen camino.

Al anunciar el acuerdo en su sede en Auburn Hills, en el estado norteamericano de Michigan, el director ejecutivo de Chrysler, Bob Nardelli, dijo que la alianza ayudará al fabricante estadounidense a cuidar empleos y construir coches más eficientes en el uso del combustible, según un despacho de DPA.

"Chrysler ha afirmado siempre que Fiat realza su modelo de negocios y expande su competitividad global", dijo Nardelli en un comunicado de prensa.

Aún no queda claro si se llegó a un acuerdo final o si las compañías aún deben ponerse de acuerdo en algunos detalles. El Departamento del Tesoro estadounidense apoyó las negociaciones. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, había hecho depender la ayuda para Chrysler de una asociación con Fiat, ya que Chrysler no tenía chances de sobrevivir por sí sola.

Obama le dio a Chrysler 30 días para alcanzar un acuerdo con Fiat y demostrar que está en buen camino. Bajo el acuerdo, Fiat asumirá una participación minoritaria en Chrysler, transferirá tecnologías más respetuosas del medio ambiente y construirá algunos de sus modelos para su venta en Estados Unidos.

Chrysler ya recibió 4.000 millones de dólares en préstamos de emergencia del gobierno y pidió 6.000 millones de dólares más. Obama dijo que los fondos adicionales podrían ser garantizados en 30 días si Chrysler hace progresos en la reestructuración y alcanza un "acuerdo firme" con Fiat.