[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Por la mañana de hoy, unos 200 integrantes de los "Sin Techo" protestaron con barricadas frente al Garrincha, donde incendiaron neumáticos y escobas -como símbolo de la necesidad de "limpieza" en la organización de los eventos-, provocando enormes columnas de humo negro que asombraron a los turistas que visitan la capital brasileña en las vísperas de la competencia. La protesta provocó además caos en el tránsito, al bloquear el llamado "Eje Monumental", la avenida central de la ciudad diseñada por el fallecido arquitecto Oscar Niemeyer.

Los grupos contrarios a la organización de ambos certámenes expresaron su rechazo a los "abusos" en la organización de las competiciones y defendieron "transparencia" en el uso de dinero público destinado a las obras vinculadas a los eventos. "Nuestro movimiento es contrario a la explotación empresarial del fútbol. El gobierno le dio un montón de tierras a los empresarios. Ahora vamos a reunirnos (con autoridades) y evaluar lo que haremos mañana (sábado)", dijo uno de los manifestantes, que se identificó como "motoboy Rogério".

Tras la concentración, los manifestantes se dirigieron hacia el Palacio do Buriti, sede del gobierno del Distrito Federal, donde se reunieron con las autoridades, que apelaron al diálogo para evitar enfrentamientos en la inauguración del certamen, en la que se esperan más de 50.000 personas.

El secretario de seguridad del Distrito Federal, Sandro Avelar, dijo que la gobernación es democrática y defiende el diálogo, pero que no será "tolerante con el relajo", e informó que ya fueron identificadas las personas que llevaron los neumáticos a la protesta para ser quemados.

Además de las reivindicaciones vinculadas directamente con los certámenes deportivos, el movimiento exige un plan de construcción de al menos 150.000 viviendas populares en los próximos dos años; el compromiso de las autoridades de no vender más terrenos públicos hasta que se atienda la demanda de viviendas en el Distrito Federal, y la aprobación de un presupuesto extra para proteger niños y adolescentes de la explotación sexual.