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Si desde la Facultad de Ciencias Económicas surgió el Plan Fénix como propuesta alternativa a un modelo económico que se autopostulaba único e inevitable, ahora la Facultad de Derecho pretende instalar su propia iniciativa en otra esfera. “El paradigma del contrato social de los argentinos se ha quebrado”, señala un documento de la facultad: el hambre, la crisis económica, la fragmentación social, la ineficiencia institucional y la inseguridad ciudadana son exponentes de esa ruina. “La sociedad necesita buscar una situación de armonía. Encontrar los desequilibrios admisibles y las desigualdades intolerables, para que a los que les va mal no les vaya tan mal, y a los que les va bien no les vaya tan bien. Parece muy sencillo, pero no lo es”, reconoce Atilio Alterini, decano de Derecho. Para intentar “formular un nuevo contrato social”, la facultad de la UBA acaba de crear el Proyecto Mariano Moreno.
El propósito central es abrir una amplia convocatoria, desde la universidad pública, a todos los sectores de la sociedad que quieran participar de la discusión, “la izquierda, la derecha, la Iglesia, los de arriba y los de abajo, todos”, según Alterini. Y, después del debate, llegar a proponer soluciones y cursos de acción dirigidos a “enriquecer la democracia” y revitalizar el tejido social.
“Cuando asumí como decano, señalé que la Argentina necesitaba un nuevo contrato social y que la Facultad de Derecho debía tener un papel protagónico en su creación. Ahora llegó el momento de hacerlo –dice a Página/12–. Así no podemos seguir. La sociedad está descompuesta, sin futuro. Necesitamos volver a establecer las bases de convivencia.”
El nombre del proyecto se eligió como homenaje al prócer que tradujo al castellano y prologó El contrato social, de Jean Jacques Rousseau. La resolución con que acaba de crearse el programa define al contrato social como “mecanismo central de las libertades, los derechos humanos y la democracias modernas, mediante el cual los ciudadanos se someten a un gobierno con un sistema de convivencia colectiva, que sopesa y articula con cierta armonía intereses personales y sociales en sí mismos divergentes”. Pero el mismo documento se apura a aclarar que “en tanto se predica con énfasis que el contrato social debe asegurar el pleno desarrollo de la persona, la observación de la realidad demuestra lo contrario. Se sufren graves patologías sociales, como el record sostenido de desocupación y subocupación, la insatisfacción de las necesidades básicas vitales de amplios sectores, el deterioro creciente de la salud pública, el aumento sustancial de enfermedades propias de la pobreza, el abandono de la seguridad social por parte del Estado. No se presta a la educación la atención estratégica que le corresponde”. También le cabe un crítico diagnóstico al aparato estatal, “que se ha mostrado en fuga y autista”.
Los temas a incorporar en el debate abierto por el Proyecto Mariano Moreno incluyen la reforma política y la reforma jurídica, una economía sintonizada con la ética, y más. “¿Cuál es el papel de los sindicatos? ¿Cuál es el rol de los legisladores? Hoy parecen sin libreto. No puede ser que aparezca Blumberg, les tome lista y establezca la agenda. Otro tema central es el hambre, en un país con capacidad para alimentar a tres veces su población. También la inseguridad. Hay que hacer política criminal, no sólo aumentar las penas, necesitamos filósofos pensando cómo arreglar el sistema penitenciario.”
La primera actividad enmarcada en el proyecto será una Jornada Nacional de Seguridad, a realizarse en Derecho el próximo jueves 19. Después seguirán talleres, congresos, paneles y encuentros, con la idea de producir al menos un documento por semestre. El lanzamiento oficial del programa se haría entre fines de este mes o principios del próximo. Los interesados ya pueden contactarse al e-mail [email protected]