UNIVERSIDAD › OPINION
La democratización universitaria
Por Christian Castillo *
Los más de mil alumnos y docentes de Sociología que nos movilizamos junto a distintos sectores populares repudiando la represión y asesinatos a los piqueteros, hemos vuelto a ratificar la voluntad de la mayoría de la carrera de ser parte integral de las luchas de los trabajadores y el pueblo. Lejos de responder a motivos “internistas”, como pretende un comunicado del decano y el vicedecano de Sociales, el conflicto que atraviesa a Sociología desde principios de año es manifestación en la universidad de la nueva situación abierta en el país tras el 19 y 20 de diciembre. Quienes impulsamos la elección directa del director de carrera hemos repetido que queremos una universidad situada claramente del lado de los movimientos de lucha de los trabajadores y el pueblo. Al contrario, los sectores de la elite de profesores que se oponen a la elección directa sostienen el proyecto de una carrera y una ciencia social encerrada en una “torre de marfil” o bien produciendo “ingenieros sociales”, como llamaba Bourdieu a los “intelectuales orgánicos” del orden existente.
A partir de impulsar múltiples actividades (jornadas de discusión, asambleas interclaustros masivas o debates entre candidatos), la lucha por la elección directa fue ganando legitimidad. Mientras, nuestros opositores se limitaron al intento de demonización de nuestro movimiento, como Duhalde hace con los piqueteros o como Alfonsín y Menem se quejan de los escraches y las asambleas populares. Lamentablemente, en vez de apoyar este movimiento transformador, las autoridades de la facultad presentan el conflicto en Sociología como el producto de la disputa entre “dos demonios” que tienen posiciones “intransigentes”. Una visión que distorsiona el conflicto, llegando incluso a obviar toda referencia a la plebiscitaria elección donde participaron 1221 votantes de los tres claustros, y en la cual resultó ganadora con el 47 por ciento de los votos la lista Tesis XI (Sociólogos Para Qué?-En Clave Roja) que me llevó como candidato a director junto a Luisa Iñigo como secretaria académica.
Sociología se ha transformado en un “caso testigo” para la universidad: el triunfo de la elección directa será un paso adelante de todos los que quieren avanzar en la democratización universitaria y hacer realidad el grito de “universidad de los trabajadores”. A ellos los llamamos a movilizarse con nosotros para materializar esta perspectiva.
* Docente de Sociales (UBA) y profesor adjunto de Ciencias Económicas (UNLP).