DEBATE:
El plan económico de la Alianza
Por
Maximiliano Montenegro
Miguel
Angel Broda es el gurú número uno de la city, consultado
por las principales multinacionales y bancos de inversión
que operan en el país. Es un defensor a ultranza del modelo,
y sus dichos, muchas veces, pueden ser tomados como la voz misma
de los mercados. Héctor Valle es un economista de reconocida
trayectoria en la academia y en la función pública.
Está convencido de que, tarde o temprano, habrá que
salir de la Convertibilidad. El jueves pasado, convocados por Cash,
debatieron a salón lleno en el aula Magna de la Facultad
de Ciencias Económicas. Lo que sigue son los principales
tramos del reportaje público.
¿Machinea hizo lo que ustedes esperaban que hiciera después
del 24 de octubre?
Miguel Angel Broda (M.A.B) El gobierno de De la Rúa
ha hecho cosas que los pensadores de la ortodoxia económica
no esperábamos. No esperábamos que De la Rúa
fuera una persona que no temiera tomar decisiones. Inmediatamente
nombró un gabinete en el que el 50 por ciento de los miembros
fueron elegidos para tratar de dar una imagen tranquilizadora al
sistema financiero internacional. En la terrible corporación
educativa puso a alguien (por Juan José Llach, designado
ministro de Educación) que claramente no comulga con la corporación.
Y sobre todo, nadie esperaba que el 80 por ciento de su tiempo desde
que fue electo lo dedicara a cuestiones económicas.
O sea que para Broda, De la Rúa o Machinea hicieron más
de lo que él esperaba.
M.A.B. Machinea es el ministro de Economía; los demás
ministros economistas están en lugares diferentes de sus
especialidades. Machinea hoy es un economista profesional muy diferente
del que le tocó allá, por 1989, abrir la puerta a
la hiperinflación en Argentina. Y creo que, como tarea inicial
en los primeros días, hay más énfasis en el
déficit fiscal, lo cual es un buena noticia. Está
rigurosamente probado que para países emergentes, a diferencia
de lo que ocurre en los países desarrollados, cuando uno
quiere reactivar la economía tiene que bajar violentamente
el déficit fiscal.
Valle: ¿Machinea también lo sorprendió gratamente?
Héctor Valle (H.V.) No me sorprenden las decisiones
que está tomando el Gobierno. La Alianza tomó la decisión
política, desde su constitución, de comprometerse
con el modelo de la Convertibilidad en todos sus aspectos. A partir
del tema cambiario, las privatizaciones y el equilibrio fiscal.
Lo cierto es que en esta etapa del modelo y asumiendo las restricciones
que supone no perjudicar a ciertos sectores de la economía,
la política económica se mueve por un desfiladero
muy estrecho. Esto resulta de una decisión estratégica
como es aceptar el esquema cambiario de la Convertibilidad. Si uno
acepta esto, todas las demás decisiones tácticas tienen
que ser coherentes. Y así se entiende un paquete fiscal como
el que plantean ahora, que castiga fuertemente a los sectores medios
de la población, que ostensiblemente no se mete con los grandes
bolsones de inequidad distributiva y que adicionalmente no muestra
señales de pensar que, en lo inmediato, se puede mejorar
la administración de impuestos.
¿Hay una continuación de la política de Roque
Fernández?
H.V. La pregunta clave es si efectivamente vamos a alcanzar
el equilibrio fiscal por esta vía, porque la carabina del
gobierno no tiene muchos tiros. Si este ajuste que aplican ahora
no da resultados y empezamos una ronda de sucesivos procesos de
ajuste, es probable que las tensiones sobre la posición de
reservas y en el mercado de divisas, que se quisieron evitar empezando
por el ajuste, aparezcan en el plazo inmediato.
¿Broda cree que con este ajuste se disipan las presiones
que puede haber sobre el peso?
M.A.B. Argentina es un país en libertad condicionada.
Es un país que el resto del mundo, sea por la caja de conversión,
sea porque hace rato que no hacemos reformas, está exigiendo
una calidad de política económica mucho mayor que
la de cualquier otro país emergente. El ajuste fiscal que
vemos hoy es simplemente una emergencia. Cuál es el futuro
del crecimiento de Argentina lo vamos a ver en las medidas estratégicas
que vengan después de la emergencia. Si de enero a marzo
no tenemos una política muy dura para bajar el costo argentino
en dólares, no tenemos una política muy consistente
en la reactivación de la economía para bajar la desocupación,
no tenemos una política para hacer previsible el sector público
con metas cuantitativas de gasto y deuda para los próximos
12 años, y si no hay una política de reforma del Estado
en serio, el ajuste fiscal que se haga no será suficiente
para sacar a Argentina, como dijo Rudi Dornbusch, de la probation.
¿El peso está sobrevaluado?
H.V. No quiero dejar pasar la oportunidad para señalar
que es chocante la respuesta argentina frente a la actitud de Rudi
Dornbusch cuando vino hace poco al país. Sus manifestaciones
son, espero que no suene muy técnico, casi un chantaje. Con
respecto de la sobrevaluación de peso, yo creo que es evidente
y no la discute ni aun el más fanático defensor de
la Convertibilidad.
Broda, ¿qué opina?
M.A.B. Rudi sólo hace la lectura de cómo nos
miran con el microscopio del resto del mundo. Uno puede estar de
acuerdo o no, pero es una realidad. Cuando uno es un país
que pide lo que pide Argentina, lamentablemente tenemos que estar
al arbitrio de los acreedores externos, que son los que nos prestan.
A mí no me gusta que estemos en libertad condicional, pero
lamentablemente es cierto. Si tener el peso sobrevaluado significa
que los costos en dólares en Argentina son muy altos, sí
el peso está sobrevaluado. Los costos en dólares en
Argentina son tan altos que algunos piensan que esta recesión
va a ser, en lugar de cíclica, estructural. Ahora, la pregunta
es cuál es el mecanismo para bajar los costos en dólares.
Y ahí podemos discrepar: si es adecuado modificar el tipo
de cambio, cuando el país tiene el 85 por ciento de los pasivos
dolarizados; o si hay que seguir una vía, dolorosa, de baja
de costos laborales, de precios de insumos, etc. No creo que nadie
piense que la situación de Argentina sea fácil.
H.V. Cuando Broda dice que nuestros acreedores nos tienen
en libertad condicional, porque un país endeudado no se puede
dar ciertos lujos, está diciendo una verdad. Pero es una
verdad a medias, si no se dice por qué estamos en esta situación.
Yo pienso que estamos en esta situación porque el esquema
de tipo de cambio fijo es incompatible con la persistencia de los
desequilibrios fiscales que tiene el país. Argentina emite
pesos tomando deuda en dólares. Esto a la larga es insostenible
y provoca la presión creciente de los acreedores. Uno tiene
que plantearse en qué medida esta situación es corregible
operando sobre otras variables de la economía. Dentro del
modelo, la salida virtuosa pasa por la deflación
de precios y, digámoslo claramente, deflación de salarios.
Esto implica, en buena medida, primero, una definición en
cuanto al esquema productivo. Y después, implica dejar bajo
un paraguas otras variables de la economía que son tan intocables
como el tipo de cambio: la tasa de interés y la inequidad
en materia fiscal. Uno de los debates pendientes en Argentina, donde
tanto se habla de los costos, es qué está pasando
con una demanda cada vez más deprimida de bienes de consumo
y de inversión. Y ésta no es una situación
nueva sino que se viene arrastrando desde fines de 1994. Yo me pregunto
¿en qué medida el paquete tributario afecta la demanda
de bienes de consumo y le pone un techo a la incipiente reactivación?
¿Para Broda hay riesgo de que el ajuste fiscal aborte la
reactivación?
M.A.B. Primero una aclaración numérica. Antes
de la crisis mexicana, la economía argentina creció
durante 19 trimestres al 8 por ciento de tasaanual. Desde la salida
de la recesión del tequila, en el cuarto trimestre del 95
hasta la devaluación rusa, la economía creció
durante once trimestres a tasas anuales de 7,5 por ciento. Los mismos
problemas de sobrevaluación del peso los teníamos
entonces y la economía salió a tasas record del tequila,
siendo el país del mundo que más empleo creó
en el 96/97. Así que no hay dos economías: la economía
hasta el 94 y la de después del 95. Hay dos gestiones
de Menem completamente diferentes: se cayeron las reformas y se
desperdició el segundo gobierno de Menem. Aun así,
el modelo fue suficientemente rico para salir de la recesión
del tequila creciendo a tasas idénticas a las anteriores
del tequila. No quiere decir que vamos a salir de esta recesión
a tasas tan altas, pero pongamos las cosas en claro.
H.V. Lo que pasó con la salida de la recesión
del 95 tuvo bastante de lotería. Una demanda brasileña
muy dinámica, a partir de la sobrevaluación del real,
una buena situación de precios internacionales para las commodities,
y disponibilidad importante del financiamiento del resto del mundo.
Esos tres elementos dieron vuelta de campana, y poco tienen que
ver con las reformas que haga o deje de hacer Argentina. La demanda
de Brasil se cayó, los precios de las commodities se derrumbaron
y, como dice Broda, Argentina está bajo observación
del establishment internacional. Así que es difícil
pensar que se vuelvan a repetir condiciones de ese tipo. En el medio,
hay una situación de desempleo y pobreza notablemente agravada.
Además, hubo una transferencia de ingresos hacia el 20 por
ciento más rico de la población del orden de los 35
mil millones de dólares. Este paquete tributario deja intacto
este problema y agrava el problema de la demanda en el mercado interno.
Broda, ¿hay peligro ahora de que se frene la reactivación,
como dice Valle?
M.A.B. Sí, hay. Es rigurosamente cierto que para reactivar
hay que hacer caer el déficit fiscal. Pero en todos los trabajos
empíricos que he visto es mucho más reactivante bajar
el gasto público que subir impuestos. El actual ajuste es
30 por ciento reducción del gasto y 70 por ciento aumento
de impuestos. Por eso, estoy seguro de que la tasa de crecimiento
en los próximos dos trimestres va a ser menor por el paquete
impositivo. En parte, además, va a ser menor porque, aun
aceptando la política de subir impuestos, era mucho más
consistentes generalizaciones masivas de IVA. Y no ir a generalizaciones
del impuesto a las Ganancias, que es el peor controlado y que, sin
duda, estimula la evasión.
Broda, Machinea dice que ponen énfasis en Ganancias para
hacer más progresiva la estructura tributaria.
M.A.B. Aquellos que creemos en el objetivo de redistribución
del ingreso y en la igualdad de oportunidades tenemos claro que
se logra mucho más efecto redistributivo a través
del gasto público que de políticas impositivas progresivas.
Pero si me pregunta en concreto: el 60 por ciento del paquete son
modificaciones de Ganancias que pagan los asalariados de cuarta
categoría. Cuando uno ve la lista de quienes pagan Ganancias,
no están los nombres que ustedes tienen en la cabeza. Esos
tienen ingresos con dividendos, con intereses, con fideicomisos.
Los que pagan Ganancias son aquellos personajes exitosos que han
trabajado toda su vida, que tienen amor al riesgo y no evaden. No
es cierto que éste sea un paquete para que paguen los más
ricos. Los grandes nombres de Argentina no pagan Ganancias. Sino
vayan al Tribunal Fiscal y vean los fideicomisos que hay de 400
o 500 millones. Este es un paquete que va a estimular el ennegrecimiento
de la economía.
H.V. Yo coincido en que la progresividad tiene que venir por
el lado del gasto público. No sé si estamos pensando
las mismas cosas. En el país hay 700 mil jefes de familias
desocupados, por lo que una prioridaddebería ser orientar
el gasto público para generar un ingreso de subsistencia
a este sector. En este sentido, es fuertemente regresivo el impacto
del IVA sobre el consumo de este segmento de la población.
De modo tal, lejos estoy de creer que se puede desarrollar una política
de ajuste a partir de recortar el gasto. Pero, además, cuando
se habla del gasto público no se habla de su componente más
dinámico en los últimos años: los intereses
de la deuda externa. Así que dentro del esquema del modelo
acá hay una inflexibilidad muy grande.
Resumiendo, Broda dice que si De la Rúa profundiza el modelo
va a hacer un gobierno exitoso.
M.A.B. Yo creo que hay una buena chance de que el gobierno
de De la Rúa aproveche la oportunidad que Menem no hizo en
su segundo gobierno. No lo puede decir políticamente, pero
mi interpretación es ésa.
Broda, usted sí que está oficialista con la Alianza...
M.A.B. No estoy oficialista. Estoy muy temeroso. Lo dije antes
(ver aparte), éste es el año, desde el 91, en
que veo menos probabilidades de que no tengamos que salir de la
Convertibilidad o de que el mercado no nos lleve puestos. A mí
no me gusta el paquete impositivo, no sé si quedó
claro. Y es seguro que, si yo fuera ministro, hubiera hecho cosas
muy diferentes. Pero puede conceder que, a lo mejor, con este paquete,
tienen aire para elaborar una buena reforma del Estado, una buena
reforma del sistema federal fiscal, una buena flexibilización
laboral.
Valle, en cambio, cree que así vamos de mal en peor...
H.V. Yo pienso que este régimen de política
económica ha desindustrializado el país, ha empobrecido
a buena parte de la población y nos lleva a problemas gravísimos
en las economías regionales. Un cambio de rumbo sustancial
pasa por el abandono del tipo de cambio fijo, si bien reconozco
que hoy es muy difícil hacerlo. Hubiera sido más fácil
en el 93 y 94, pero en algún momento nos vamos
a encontrar ante la alternativa de adoptar una salida ordenada de
este esquema, que fue abandonado en todo el mundo, o dejar que los
mercados lo hagan. Personalmente, esta última solución
no me gusta nada. Además, así como digo que éste
es un esquema agotado también digo que puede tener (para
De la Rúa) un costo político significativo. Puede
haber alguna casualidad histórica en el escenario internacional
que funcione como tubo de oxígeno. Pero basta salir del microclima
de la city, escuchar las noticias del interior del país o
hablar con los productores agropecuarios, para darse cuenta de que
esto es socialmente insostenible.
¿Broda también cree que puede haber riesgo de
estallido social?
M.A.B. Si la comunidad no castiga a los Bussi o a los Romero
Feris, que han derrochado el presupuesto público, hay riesgo
de estallido social. Si De la Rúa entra haciendo ajuste fiscal,
pero al mismo tiempo distribuye entre las provincias, pagando los
horrores de algunas administraciones del interior, claramente va
a estallar todo. Si va el Hércules con plata a Corrientes
y a otras provincias, De la Rúa no termina el gobierno con
el 1 a 1. Si tiene el coraje de aguantar conflictos y penalizar
a los que tiraron la plata, va a terminar bien.
EL
UNO A UNO PUEDE AGUANTAR. PERO HAY RIESGOS
El futuro de la regla de oro
¿El
uno a uno es inamovible para todo el gobierno de De la Rúa?
H.V. Puede aguantar. La pregunta del millón de dólares
es cómo se van a mover los sectores relevantes del establishment.
Si uno mira la experiencia brasileña, con las elecciones
de octubre del 98, la opinión general, incluido el
gobierno, era que el riesgo de una devaluación del real era
muy bajo. La explicación era que una buena parte de la deuda
brasileña estaba indexada en dólares. Había
cierta similitud argumental: Brasil no va a devaluar, va a encarar
un ajuste muy fuerte y el Fondo Monetario va a dar los apoyos correspondientes.
Brasil entró en ese proceso, que se tornó incontrolable
y el cambio de régimen cambiario no fue acordado civilizadamente
con la comunidad, con un acuerdo político, sino que lo impuso
el mercado. Este es el riesgo que corre la Argentina, aunque todavía
no esté del todo explícito. Si no tenemos suerte con
los ajustes y hay una situación social un poco tensa, los
que van a empezar a correr contra la posición de reservas
del Banco Central no van a ser los que tienen una deuda porque compraron
un departamento o un auto, sino los banqueros y los grupos económicos.
¿Para Broda también existe ese riesgo?
M.A.B. Tanto a México como a Brasil el mercado se los
llevó puestos. Salir del tipo de cambio fijo e ir a flotante
no es una decisión voluntaria de política económica.
Argentina tiene el riesgo. No va a ser este paquete fiscal el que
elimine este riesgo, va a ser el conjunto de políticas sobre
los pilares para lograr el crecimiento sostenido lo que determine
si vamos a aguantar o no corridas (cambiarias) el año que
viene o más adelante. Del 91 al 98, cuando llegaba
diciembre y me preguntaban qué probabilidad había
de que tuviéramos el 1 a 1 a fin del año siguiente,
a los clientes les decía 98 por ciento, y a mi mujer el 100
por ciento. Más aún, yo pensé en algún
momento que, sin Cavallo, de la Convertibilidad salíamos
con una valorización del peso: 80 centavos de dólar
por peso. Pero, lamentablemente, la expansión del gasto público
que facilitó Cavallo nos impidió salir de la Convertibilidad
revaluando el peso. Hoy estamos metidos en un baile complicado.
¿Y qué le dice hoy a su mujer?
M.A.B. Yo no le digo que hay 98 por ciento de probabilidad
de que a fin del 2000 tengamos el 1 por 1. Creo que vamos a tener
1 por 1, y creo que esto se va a mantener durante todo el gobierno
de De la Rúa. Pero, claramente, estamos más acomplejados
porque esta reactivación va a ser mucho más amarreta.
Y para que sobreviva el 1 por 1 necesitamos un conjunto de medidas
mucho más exigentes y conflictivas.
López
Murphy y Chacho Alvarez
Todavía
no queda en claro si, a mediano plazo, la política económica
de la Alianza va a responder más a las necesidades de los
mercados o a los reclamos de una base electoral que esperaba cambios
en la política económica. ¿Ustedes creen que
en el gabinete de De la Rúa va a prevalecer una política
más cercana a lo que representa López Murphy o una
política con una visión más social de la economía,
en línea con lo que esperaba el Frepaso dentro de la Alianza
de Machinea?
López Murphy es ministro de Defensa. Rodríguez
Giavarini es ministro de Relaciones Exteriores. La política
económica la hace Machinea. Lo que va a predominar es una
política de sentido común.
Broda, Graciela Fernández Meijide o Chacho Alvarez decían
hasta hace poco que Machinea no era lo mismo que López Murphy.
M.A.B. Chacho Alvarez es el político más moderno
de la Argentina. Es sorprendente cómo ha cambiado en todo
este tiempo. Es hoy uno de los políticos de perfil más
moderno y con ideas más aggiornadas del mundo. Y es quien
más ha defendido últimamente la idea de que hay que
bajar el déficit fiscal y seguir modernizando a la Argentina.
H.V. Ponernos a discutir si Machinea es lo mismo que López
Murphy o si Chacho es un liberal progresista, un conservador progresista,
o un liberal conservador no va al centro del problema. Insisto,
Argentina tiene hoy vulnerabilidades muy fuertes y no nacieron de
un repollo. Hace 10 años que estamos con esta política
económica que, entre otras cosas, ha alimentado un problema
de endeudamiento muy grave. El punto entonces si va a haber continuidad
o no. En este sentido, hay una contradicción evidente entre
la Carta a los Argentinos, o los trabajos del Instituto Programático
de la Alianza, con la realidad concreta de tratar de compatibilizar
esos objetivos con la decisión estratégica de sostener
el modelo.
M.A.B. Hay una diferencia entre la Carta a los Argentinos,
el documento programático de la Alianza y la realidad de
la política económica. La diferencia es el teorema
de Baglini: cuando se está cerca del gobierno, se da cuenta
de las restricciones. Suerte que hay una diferencia con lo que se
decía antes. Y va a ser más notable en el tiempo.
De la Rúa no es Alfonsín.
¿Cómo queda la desocupación en el gobierno
de De la Rúa?
M.A.B. El año que viene va a haber una recuperación
amarreta, con un crecimiento del PBI de entre 2 y 3 por ciento.
Si no bajamos el costo laboral, no vamos a lograr reducciones importantes
de la desocupación. Podremos disminuir en un punto la actual
tasa del 13,8 por ciento. Necesitamos crecer y reducir el costo
laboral, que no significa tocar el salario de bolsillo. Bajar el
riesgo-país es el elemento individual más importante
para hacer caer la desocupación.
H.V. La economía puede crecer al 2 o al 4 por ciento.
Lo que interesa es cómo lo vamos a lograr. Podemos crecer,
por ejemplo, por un bandazo de precios internacionales, que nos
permita seguir exportando productos primarios. También me
interesa cómo se distribuye esa torta, que viene muy mal
repartida. Porque esto impacta severamente sobre el comportamiento
de la demanda. En cuanto a que los costos laborales, si hubo un
sector que hizo un severo sacrificio en los últimos años,
fue el de los asalariados.
Frenkel
Roberto Frenkel había sido convocado originalmente para debatir
con Broda, tal como lo anunció este diario, pero horas antes
del encuentro avisó que no podría estar presente.
El motivo esgrimido fue que el horario acordado se superponía
con la primera reunión de directorio del Banco Provincia,
del cual es miembro, bajo la nueva gestión.
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