El round decisivo
Por
Maximiliano Montenegro
Yo
creo que terminamos en Cavallo. Pero hoy esa alternativa es todavía
políticamente inviable dentro de la Alianza. Sólo
falta que se agrave más la crisis para allanar el escenario
político. La evaluación del consultor de mercado,
un economista cercano al equipo de Machinea, es compartida por gurúes
de la city y analistas-jefe de grandes bancos de inversión,
varios de los cuales figuran en la lista negra que amenazó
con difundir el ministro. Si para alguien pasó inadvertido,
el punto a tener en cuenta ahí es que están convencidos
de que la crisis se agravará. Y esa creencia, dados los divulgadores,
puede funcionar como profecía autocumplida. Más aún,
esos mismos economistas explican el rebote del mercado del jueves
y viernes por el efecto Mingo: la impresión de
que Cavallo está pronto a reconquistar Economía hizo
que muchos inversores salieran a comprar títulos argentinos
baratos, por temor a perderse el salto en las cotizaciones que aseguran
dispararía el cambio de ministro. ¿Por qué
Machinea, que desde que asumió se la pasó tomando
medidas para los mercados, hoy es puesto contra las cuerdas? ¿Le
quedan alternativas para salir de la encrucijada?
Los monitores de bloomberg, dos o tres pantallas planas que dan
la sensación al que se sienta delante de estar al mando de
una nave espacial, son hoy la principal atracción de los
funcionarios del Ministerio de Economía. Hay colaboradores
de Machinea que ya sufren incluso la llamada adicción
de los 15 minutos: no pueden dejar pasar ese tiempo antes
de zambullirse a mirarlos. Ese jueguito electrónico
no es un nuevo hobby, porque no los entretiene sino que los hace
sufrir.
A través de esos monitores siguen, mediante una conexión
especial, la marcha de las cotizaciones de los títulos de
deuda argentinos y del resto de los mercados emergentes.
Esa es la base para medir el famoso riesgo país,
es decir, cuál es la sobretasa de interés que paga
el gobierno argentino para endeudarse, en relación a lo que
paga el Tesoro norteamericano. La ecuación es simple. Si
la tasa aumenta demasiado, entonces la bola de dólares de
la deuda crecerá tanto que, en algún punto, los que
prestan empezarán a desconfiar de la capacidad de repago
del Gobierno y entonces dejarán de financiarlo.
Todos los meses existen varios vencimientos del capital de la deuda,
que el gobierno patea refinanciándolos con nuevos
créditos. Si no se pudiera hacer frente a uno solo de esos
vencimientos, el país sería declarado en default
(cesación de pagos), que en el juego de los mercados debe
traducirse como game over: porque seguramente desataría
una corrida contra el peso y fuga masiva de capitales (ver aparte).
Así las cosas, el riesgo argentino funciona como el
dólar paralelo en los tiempos de la híper, dice
un analista, no sin malicia, sabedor de la historia de Machinea
al frente del Banco Central en los ochenta.
La semana pasada, el riesgo país alcanzó un récord
para los últimos 15 meses. Pero nadie podrá decir
que el ministro desatendió el brillo de dichas pantallas
desde que llegó al Palacio de Hacienda. De hecho, el análisis
de los tiempos de las principales medidas del ministro Machinea
desde diciembre demuestra que fueron casi actos reflejo de los vaivenes
del mercado:
n El impuestazo, a poco más de un mes de asumir, después
de que pesos pesado del establishment financiero agitaran el fantasma
de un golpe de mercado en el caso de que el recién
llegado no mostrara voluntad para aplicar un duro ajuste fiscal.
n Entre el 9 de mayo y el 16 de mayo, el riesgo argentina se incrementó
abruptamente, incluso comparado con el resto de los países
emergentes que compiten por el financiamiento. En esos días,
Machinea anunció la baja de salarios en el sector público.
n Desde el 6 de octubre al viernes 20, el día de la renuncia
de Santibañes, la tasa de interés de la deuda argentina
volvió a escalarfuertemente. Y, de nuevo, el riesgo argentino
empeoró en relación al índice de países
emergentes, esto es, las alternativas de inversión en el
tablero de los brokers. El lunes 21 se anunció el último
paquete de Machinea, cargado de beneficios para algunos sectores
concentrados y de nuevos guiños para los financistas.
Sin embargo, en los tres primeros días de la semana, el riesgo
argentino siguió escalando, en lo que fue interpretado como
una reacción negativa de los mercados a un de por sí
golpeado ministro de Economía. El miércoles, por ejemplo,
Alberto Ades, el analista estrella de Golman Sachs, uno de los mayores
bancos de inversión, dijo que los inversores no están
entusiasmados con las medidas anunciadas y remató:
La evaluación general para ser que son demasiado poco,
o tal vez sea demasiado tarde. Ese mismo día, mientras
De la Rúa y Machinea visitaban España, el Banco Santander
Central Hispano, desde Nueva York, difundió un informe advirtiendo
que hacia fin de año el riesgo argentino podría superar
los 10 puntos porcentuales, un nivel inédito para los últimos
tres años, quedando arriba de países tales como Rusia,
Filipinas o Polonia.
Por su parte, Guillermo Calvo, que también estuvo en la madre
patria, donde recibió el Premio Rey Juan Carlos de Economía,
se encargó de decir con toda crudeza en público lo
que los brokers mascullan en privado: Machinea ya está
desgastado, a los ojos de los mercados internacionales ya terminó
su gestión como ministro, aseguró.
Desde el equipo económico explicaron que el castigo de los
mercados se debía, primero, a factores externos, y, luego,
a la crisis política. Incluso, el viernes por la tarde, en
la reunión que convocó Machinea con su equipo a pleno
para, al mejor estilo cavallista, arengarlos sobre la necesidad
de no bajar los brazos, se esbozó una autocrítica.
Los mercados venían cayendo por la política,
pero desde el lunes se interpretó que el culpable era Machinea.
Hubo un error de tiempos con los anuncios, explicó
un colaborador del ministro. Lo cierto es que Machinea, no solo
desde los mercados sino también desde la política,
ya no tenía más tiempo como para darse el lujo de
postergarlos.
Para colmo, cuando los mercados repuntaron, la interpretación
fue que habían reaccionado ante la percepción de que
Cavallo estaba cada vez más cerca de volver a ocupar la oficina
del 5º piso del Palacio de Hacienda. Más aún,
el viernes, David Sekiguchi, del JP Morgan de Wall Street, lo puso
en un comunicado a sus clientes: La autoridad de Machinea
ha quedado debilitada en los últimos días. Pero el
gobierno ha involucrado con éxito a Cavallo en el intento
por conseguir un poco de estabilidad, y la figura de Cavallo opaca
la de cualquier otro economista en Argentina.
Como dice el economista Pedro Lacoste, hay un cambio negativo
en el escenario internacional. Pero golpea tan fuerte acá,
porque Argentina está primera en la lista de los países
más vulnerables. Es como los tiburones cuando ven sangre,
afirma. Para Lacoste la clave de esa fragilidad está en que
la recesión lleva más de dos años y no hay
ninguna señal de salida. Ante esa situación, no hay
escenario de estabilidad política ni cuenta fiscal que cierre,
por más ajuste que se haga. La crisis va a seguir,
porque el escenario internacional ahora es muy complicado,
agrega.
Sea como fuere, todo la estrategia de Machinea se basaba en la caída
del riesgo país: ésta, se suponía, provocaría
una baja de la tasa de interés, estimulando la inversión,
lo que a su vez pondría en marcha el motor del
crecimiento. Esa receta ortodoxa, promocionada por los propios consultores,
gurúes y analistas extranjeros que ahora piden que Cavallo
o López Murphy salgan a la cancha, dejaba la llave del crecimiento
en manos exclusivas del mercado financiero. Falló. Y ahora
Machinea, antes que por el crecimiento, está peleando por
la estabilidad del plan y la suya propia en el Ministerio.
Porque una cosa es aceptar que existen condicionamientos por parte
de los mercados a la política económica. Y otra distinta,
como dice Rodolfo Terragno (ver aparte), no plantear alternativas
para salir de laresignación. Tal vez ya sea tarde,
ahora que el huracán de los mercados sopla. Pero Cash recogió
una serie de propuestas de política económica alternativas,
algunas pensadas por economistas vinculados al equipo económico
(ver aparte) que, hasta hace dos semanas, se le planteaban al ministro
como opciones para apostar a una reactivación que fortaleciera
a la Convertibilidad. ¿Las tendrá en cuenta Machinea?
Terragno
contra Machinea, pero no quiere a Cavallo.
Hay resignación
Estoy
en contra de la resignación y el fatalismo de los economsitas
del gobierno, afirmó a Cash Rodolfo Terragno, en una
crítica directa a la política que lleva adelanta José
Luis Machinea. Sin embargo, Terragno también es categórico
al oponerse a la incorporación de Domingo Cavallo al gobierno:
la incorporación de Cavallo al Gabinete no sería
favorable para el cumplimiento de las promesas de la Alianza,
aseguró el ex Jefe de Gabinete de De la Rúa.
Un punto importante de la plataforma de la Alianza era abandonar
la idea del desarrollo espontáneo, la idea neoliberal de
que si uno controla las variables macroeconómicas, el mercado
soluciona todo lo demás. Admito que hubo dificultades imprevistas,
un déficit que era el doble del reconocido por la adminstración
anterior, pero creo que no se puso la suficiente energía
e imaginación en una poltítica económica de
desarrollo, explicó Terragno. Esto fueron sus principales
conceptos sobre la actual crisis económica que enfrente el
gobierno:
- El mercado gobierno siempre, en cualquier realidad. Porque
el poder político no es todo el poder, es sólo una
parte del poder. Pero cuando no hay un claro proyecto económico,
cuando se hace navegación a vela, desde luego, las dificultades
aumentan.
- La estabilidad es instrumental, y hoy hay en todas partes.
La estabilidad no es el modelo económico. Los que quieren
asociarla lo hacen de mala fe
- Sin duda hay política alternativa a la que aplica
Machinea. Hay reasignación y faltalismo en los economsitas
del gobierno. La idea de que no se puede hacer otra cosa, que estamos
atados por una herencia que nos agobia. La herencia no es cuento,
es verdad, pero hay que tener otros proyectos, otra energía.
- Yo creo que con cuatro presupuestos como este no se cumplen
las promesas de la Alianza. Pero como hay restricciones objetivas
hay que ver cómo se las supera. Hay ya quienes están
planteando una operación de salvataje del Fondo Monetario
que, si llega, llegará tarde y no tendrá el sentido
que necesitamos que tenga. Otros plantean la dolarización,
que creo que compraría muchos más males que beneficios.
- Lo que yo planteo es que si hay que hacer una negociación
internacional hay que tener en cuenta que Argentina tiene dos superávit
latentes. Uno es el superávit que va a generar la declinación
de la cuenta de intereses en la medida que tengamos disciplina fiscal,
y el otro es el superávit de la cuenta previsional que va
a tender a declinar. Sobre eso hay que discutir un punte financiero
para aplicarlo para rebajar impuestos hoy, y bajarlos drásticamente,
sin regatear, para salir de la recesión y crear empleo.
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