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ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
29 OCTUBRE 2000









El round decisivo

Por Maximiliano Montenegro

Yo creo que terminamos en Cavallo. Pero hoy esa alternativa es todavía políticamente inviable dentro de la Alianza. Sólo falta que se agrave más la crisis para allanar el escenario político.” La evaluación del consultor de mercado, un economista cercano al equipo de Machinea, es compartida por gurúes de la city y analistas-jefe de grandes bancos de inversión, varios de los cuales figuran en la lista negra que amenazó con difundir el ministro. Si para alguien pasó inadvertido, el punto a tener en cuenta ahí es que están convencidos de que la crisis se agravará. Y esa creencia, dados los divulgadores, puede funcionar como profecía autocumplida. Más aún, esos mismos economistas explican el rebote del mercado del jueves y viernes por el “efecto Mingo”: la impresión de que Cavallo está pronto a reconquistar Economía hizo que muchos inversores salieran a comprar títulos argentinos baratos, por temor a perderse el salto en las cotizaciones que –aseguran– dispararía el cambio de ministro. ¿Por qué Machinea, que desde que asumió se la pasó tomando medidas para los mercados, hoy es puesto contra las cuerdas? ¿Le quedan alternativas para salir de la encrucijada?
Los monitores de bloomberg, dos o tres pantallas planas que dan la sensación al que se sienta delante de estar al mando de una nave espacial, son hoy la principal atracción de los funcionarios del Ministerio de Economía. Hay colaboradores de Machinea que ya sufren incluso la llamada “adicción de los 15 minutos”: no pueden dejar pasar ese tiempo antes de zambullirse a mirarlos. Ese “jueguito electrónico” no es un nuevo hobby, porque no los entretiene sino que los hace sufrir.
A través de esos monitores siguen, mediante una conexión especial, la marcha de las cotizaciones de los títulos de deuda argentinos y del resto de los mercados “emergentes”. Esa es la base para medir el famoso “riesgo país”, es decir, cuál es la sobretasa de interés que paga el gobierno argentino para endeudarse, en relación a lo que paga el Tesoro norteamericano. La ecuación es simple. Si la tasa aumenta demasiado, entonces la bola de dólares de la deuda crecerá tanto que, en algún punto, los que prestan empezarán a desconfiar de la capacidad de repago del Gobierno y entonces dejarán de financiarlo.
Todos los meses existen varios vencimientos del capital de la deuda, que el gobierno “patea” refinanciándolos con nuevos créditos. Si no se pudiera hacer frente a uno solo de esos vencimientos, el país sería declarado en “default” (cesación de pagos), que en el juego de los mercados debe traducirse como “game over”: porque seguramente desataría una corrida contra el peso y fuga masiva de capitales (ver aparte).
Así las cosas, “el riesgo argentino funciona como el dólar paralelo en los tiempos de la híper”, dice un analista, no sin malicia, sabedor de la historia de Machinea al frente del Banco Central en los ochenta.
La semana pasada, el riesgo país alcanzó un récord para los últimos 15 meses. Pero nadie podrá decir que el ministro desatendió el brillo de dichas pantallas desde que llegó al Palacio de Hacienda. De hecho, el análisis de los tiempos de las principales medidas del ministro Machinea desde diciembre demuestra que fueron casi actos reflejo de los vaivenes del mercado:
n El impuestazo, a poco más de un mes de asumir, después de que pesos pesado del establishment financiero agitaran el fantasma de un “golpe de mercado” en el caso de que el recién llegado no mostrara voluntad para aplicar un duro ajuste fiscal.
n Entre el 9 de mayo y el 16 de mayo, el riesgo argentina se incrementó abruptamente, incluso comparado con el resto de los países emergentes que compiten por el financiamiento. En esos días, Machinea anunció la baja de salarios en el sector público.
n Desde el 6 de octubre al viernes 20, el día de la renuncia de Santibañes, la tasa de interés de la deuda argentina volvió a escalarfuertemente. Y, de nuevo, el riesgo argentino empeoró en relación al índice de países emergentes, esto es, las alternativas de inversión en el tablero de los brokers. El lunes 21 se anunció el último paquete de Machinea, cargado de beneficios para algunos sectores concentrados y de nuevos guiños para los financistas.
Sin embargo, en los tres primeros días de la semana, el riesgo argentino siguió escalando, en lo que fue interpretado como una reacción negativa de los mercados a un de por sí golpeado ministro de Economía. El miércoles, por ejemplo, Alberto Ades, el analista estrella de Golman Sachs, uno de los mayores bancos de inversión, dijo que “los inversores no están entusiasmados con las medidas anunciadas” y remató: “La evaluación general para ser que son demasiado poco, o tal vez sea demasiado tarde”. Ese mismo día, mientras De la Rúa y Machinea visitaban España, el Banco Santander Central Hispano, desde Nueva York, difundió un informe advirtiendo que hacia fin de año el riesgo argentino podría superar los 10 puntos porcentuales, un nivel inédito para los últimos tres años, quedando arriba de países tales como Rusia, Filipinas o Polonia.
Por su parte, Guillermo Calvo, que también estuvo en la madre patria, donde recibió el Premio Rey Juan Carlos de Economía, se encargó de decir con toda crudeza en público lo que los brokers mascullan en privado: “Machinea ya está desgastado, a los ojos de los mercados internacionales ya terminó su gestión como ministro”, aseguró.
Desde el equipo económico explicaron que el castigo de los mercados se debía, primero, a factores externos, y, luego, a la crisis política. Incluso, el viernes por la tarde, en la reunión que convocó Machinea con su equipo a pleno para, al mejor estilo cavallista, arengarlos sobre la necesidad de no bajar los brazos, se esbozó una autocrítica. “Los mercados venían cayendo por la política, pero desde el lunes se interpretó que el culpable era Machinea. Hubo un error de tiempos con los anuncios”, explicó un colaborador del ministro. Lo cierto es que Machinea, no solo desde los mercados sino también desde la política, ya no tenía más tiempo como para darse el lujo de postergarlos.
Para colmo, cuando los mercados repuntaron, la interpretación fue que habían reaccionado ante la percepción de que Cavallo estaba cada vez más cerca de volver a ocupar la oficina del 5º piso del Palacio de Hacienda. Más aún, el viernes, David Sekiguchi, del JP Morgan de Wall Street, lo puso en un comunicado a sus clientes: “La autoridad de Machinea ha quedado debilitada en los últimos días. Pero el gobierno ha involucrado con éxito a Cavallo en el intento por conseguir un poco de estabilidad, y la figura de Cavallo opaca la de cualquier otro economista en Argentina”.
Como dice el economista Pedro Lacoste, “hay un cambio negativo en el escenario internacional. Pero golpea tan fuerte acá, porque Argentina está primera en la lista de los países más vulnerables. Es como los tiburones cuando ven sangre”, afirma. Para Lacoste la clave de esa fragilidad está en que la recesión lleva más de dos años y no hay ninguna señal de salida. Ante esa situación, no hay escenario de estabilidad política ni cuenta fiscal que cierre, por más ajuste que se haga. “La crisis va a seguir, porque el escenario internacional ahora es muy complicado”, agrega.
Sea como fuere, todo la estrategia de Machinea se basaba en la caída del riesgo país: ésta, se suponía, provocaría una baja de la tasa de interés, estimulando la inversión, lo que –a su vez– pondría en marcha el motor del crecimiento. Esa receta ortodoxa, promocionada por los propios consultores, gurúes y analistas extranjeros que ahora piden que Cavallo o López Murphy salgan a la cancha, dejaba la llave del crecimiento en manos exclusivas del mercado financiero. Falló. Y ahora Machinea, antes que por el crecimiento, está peleando por la estabilidad del plan y la suya propia en el Ministerio.
Porque una cosa es aceptar que existen condicionamientos por parte de los mercados a la política económica. Y otra distinta, como dice Rodolfo Terragno (ver aparte), no plantear alternativas para salir de la”resignación”. Tal vez ya sea tarde, ahora que el huracán de los mercados sopla. Pero Cash recogió una serie de propuestas de política económica alternativas, algunas pensadas por economistas vinculados al equipo económico (ver aparte) que, hasta hace dos semanas, se le planteaban al ministro como opciones para apostar a una reactivación que fortaleciera a la Convertibilidad. ¿Las tendrá en cuenta Machinea?


Terragno contra Machinea, pero no quiere a Cavallo.

“Hay resignación”

Estoy en contra de la resignación y el fatalismo de los economsitas del gobierno”, afirmó a Cash Rodolfo Terragno, en una crítica directa a la política que lleva adelanta José Luis Machinea. Sin embargo, Terragno también es categórico al oponerse a la incorporación de Domingo Cavallo al gobierno: “la incorporación de Cavallo al Gabinete no sería favorable para el cumplimiento de las promesas de la Alianza”, aseguró el ex Jefe de Gabinete de De la Rúa.
“Un punto importante de la plataforma de la Alianza era abandonar la idea del desarrollo espontáneo, la idea neoliberal de que si uno controla las variables macroeconómicas, el mercado soluciona todo lo demás. Admito que hubo dificultades imprevistas, un déficit que era el doble del reconocido por la adminstración anterior, pero creo que no se puso la suficiente energía e imaginación en una poltítica económica de desarrollo”, explicó Terragno. Esto fueron sus principales conceptos sobre la actual crisis económica que enfrente el gobierno:
- “El mercado gobierno siempre, en cualquier realidad. Porque el poder político no es todo el poder, es sólo una parte del poder. Pero cuando no hay un claro proyecto económico, cuando se hace navegación a vela, desde luego, las dificultades aumentan”.
- “La estabilidad es instrumental, y hoy hay en todas partes. La estabilidad no es el modelo económico. Los que quieren asociarla lo hacen de mala fe”
- “Sin duda hay política alternativa a la que aplica Machinea. Hay reasignación y faltalismo en los economsitas del gobierno. La idea de que no se puede hacer otra cosa, que estamos atados por una herencia que nos agobia. La herencia no es cuento, es verdad, pero hay que tener otros proyectos, otra energía”.
- “Yo creo que con cuatro presupuestos como este no se cumplen las promesas de la Alianza. Pero como hay restricciones objetivas hay que ver cómo se las supera. Hay ya quienes están planteando una operación de salvataje del Fondo Monetario que, si llega, llegará tarde y no tendrá el sentido que necesitamos que tenga. Otros plantean la dolarización, que creo que compraría muchos más males que beneficios”.
- “Lo que yo planteo es que si hay que hacer una negociación internacional hay que tener en cuenta que Argentina tiene dos superávit latentes. Uno es el superávit que va a generar la declinación de la cuenta de intereses en la medida que tengamos disciplina fiscal, y el otro es el superávit de la cuenta previsional que va a tender a declinar. Sobre eso hay que discutir un punte financiero para aplicarlo para rebajar impuestos hoy, y bajarlos drásticamente, sin regatear, para salir de la recesión y crear empleo”.