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ECONOMíA EN PAGINA/12 WEB
07 ENERO 2001








 DESECONOMIAS
 por Julio Nudler


Los números de la reforma cantan

El discurso es doble, pero la cuenta es simple. Sobre la base de los números provistos por Mario Vicens (Hacienda), Jorge Vasconcelos, de Fundación Mediterránea, ha calculado que el valor actual (aplicando una tasa de descuento del 10 por ciento anual) del ahorro que le generará al fisco durante el próximo cuarto de siglo la re-reforma previsional impuesta por DNyU asciende a 6014 millones de pesos. Ese es el valor presente (que sería mayor si se descontara a una tasa más baja, tal vez más acorde con el largo plazo, o menor si se supusiera una tasa más alta) de los 23.765 millones de pesos que les quitará a lo largo de los próximos 25 años a los nuevos jubilados el reemplazo de la PBU (Prestación Básica Universal) por la PS (Prestación Suplementaria), el aumento de edad jubilatoria femenina y la introducción del Beneficio Universal (que en realidad ya existía, con diferencias).
En cuanto al discurso de Economía, extrae del mismo hecho dos conclusiones opuestas. Una, dirigida al Fondo Monetario y a los mercados, afirma que la re-reforma mejora la solvencia intertemporal del fisco, lo cual es indudable porque decreta un default sobre erogaciones comprometidas según la ley 24.241, de 1994. La otra conclusión es que estos nuevos cambios implican en verdad una reasignación de recursos hacia adentro de la futura clase pasiva, incorporando a la cobertura a quienes quedarían excluidos del sistema por falta o insuficiencia de aportes. La implicarán tal vez, pero en medida muy parcial, ya que lo que se gastará en los de otro modo excluidos representa apenas el 14,1 por ciento de cuanto se les quita a los incluidos.
Obviamente se puede discutir si los seis mil millones (valor actual) que son arrebatados vía decreto a los futuros jubilados podían o debían ahorrarse u obtenerse de otro modo, vía corte de otros gastos o tomándolos de sectores de alta capacidad contributiva y baja contribución. Pero, como mínimo, el Gobierno no puede escandalizarse de la resistencia que genera este machetazo.