PLáSTICA › MALBA Y LA SEPTIMA EDICION DEL CICLO “CONTEMPORANEO”

Cinco artistas con aire de familia

Un joven curador y 5 artistas argentinos y brasileños ponen en foco los temas de la edición y el diseño en una muestra.

Por Francisco
Ali Brouchoud *

Formas de pensar, la muestra que desde mañana y hasta el próximo 5 de abril podrá verse en el Malba, comenzó mucho antes de su aparición en esta locación y tiempo puntuales, incluso antes de que Santiago García Navarro invitara a Ricardo Basbaum, Nicolás Guagnini, Karin Schneider, Carla Zaccagnini y a quien escribe estas líneas a desarrollar este proyecto para Contemporáneo 7.
El motivo de la reunión debe buscarse en una serie de confluencias y cruces previos, afectivos, productivos y estéticos, que fueron tejiéndose entre los artistas participantes, prefigurando la oportunidad en que todos esos pasos conducirían a una acción colectiva site-specific, que pusiera en evidencia dicha trama y ligazones.
No se trata, desde luego, de una típica “exposición grupal” o de un conjunto de artistas que se reúnen por la convocatoria de un curador que pretende articular un relato conceptual sobre el arte, mucho menos de un “movimiento” y, probablemente, tampoco podría hablarse con exactitud de un “programa común”, sino de una asociación de un tipo más laxo, aunque no por eso menos firme y eficaz. Pero quizá sí se pueda encontrar en quienes participamos de Formas de pensar un “aire de familia”, la preferencia por determinados “juegos de lenguaje” similares y una visión compartida sobre las actuales problemáticas que impregnan el campo artístico. También un determinado uso y alcance –siguiendo con las alusiones wittgensteinianas– de las prácticas artísticas, que en última instancia terminan configurando su significado como hacer.
Un recorrido por algunos de los cruces de los que hablamos incluye la participación de Karin Schneider y Nicolás Guagnini en el ciclo “Cinema Experimental de Artistas” organizado por Agora, la iniciativa de Ricardo Basbaum, en Rio de Janeiro, durante el 2000; el ensayo “Dissertaçao”, sobre los proyectos Fortuna, Panorama y Bibliografía de Carla Zacagnini, escrito por ella y Santiago García Navarro; la participación de Carla y Ricardo en la muestra Panorama da Arte Brasileira 2001, que tuvo lugar en el Museo de Arte Moderno de San Pablo, como artista y cocurador, respectivamente; las siete entrevistas de Carla Zaccagnini, que integran su obra Panorama, publicadas en el número 5 de la revista item, que Ricardo edita en Rio; y la muestra sistema-cinema + diagramas también de Basbaum, realizada en diciembre de 2003 en el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional de Misiones, curada por quien esto escribe, y en el marco de la cual traduje al castellano su texto “NBP x eu-você” con motivo de la exposición, así como la entrevista que le realicé, y que fuera publicada en Página/12 en octubre del año pasado. Luego, dentro de “Formas de pensar”, han surgido nuevos proyectos comunes, como el de la Fundación Amancio Williams, desarrollado por Karin y Santiago; la intervención Sin título, de Carla y Rodrigo Kommers Wender, y el video El artista como agenciador, como curador y como crítico, de Ricardo, Esteban Alfaro y Rodrigo Seilhan, que será producido a partir del curso del mismo nombre que Basbaum dictará los días 25, 26 y 27 de febrero en el Malba. Y no tengo dudas de que esta lista, tras el intenso trabajo de estos días, se ampliará en un futuro cercano.
Las otras afinidades que surcan este encuentro son de índole geográfica y lingüística, y también se entrecruzan de manera intrincada: Ricardo y Karin son brasileños, Nicolás, Santiago, Carla y yo, argentinos. Carla, sin embargo, vive en Brasil, al igual que Ricardo; Nicolás y Karin residen en Nueva York; Santiago en Buenos Aires y yo en Posadas. Nuestras comunicaciones se dan en castellano, portugués y sobre todo, portuñol, instalando en el plano discursivo la situación lingüística porosa y permeable que corresponde a la zona de frontera en la que nos movemos. En este sentido, desde el principio, la distancia física entre nosotros fue incorporada y pensada como una variable más del proyecto, antes que comoun condicionamiento. Se trataba de dibujar un mapa en el que las coordenadas no conducen a un centro, sino a actualizar, de manera colectiva, el pronóstico hecho en los setenta por Seth Siegelaub –quien fue probablemente uno de los primeros curadores conscientes de su rol– acerca de que en un futuro próximo no habría centros culturales y de poder en el arte contemporáneo, sino que “el centro estará en cualquier lugar donde haya un artista”.
También desde el inicio la propuesta de Santiago fue correrse del lugar de “curador” hacia el papel de un coordinador, propiciando que las decisiones fueran tomadas de manera horizontal, y que el funcionamiento espontáneo del grupo a partir de los debates e ideas que fuimos desarrollando en un e-group, fueran los que moldearan la dirección general de la experiencia. Otro tanto ocurrió con el montaje, para el que pensamos el espacio como el tablero de un juego en el que cada uno de nosotros podía mover, de acuerdo a una serie de reglas, las distintas piezas de la muestra, hasta un punto en el que, como en el juego oriental del go, que concluye cuando los jugadores se ponen de acuerdo en que ya no hay más jugadas por hacer, la situación espacial resultante fue satisfactoria para todos. Editar y diseñar, en suma, dos de los procedimientos con los que nos propusimos trabajar.
Como sostiene su nombre, la muestra pretende evidenciar la emergencia de esta serie de afinidades como una forma posible de pensar el arte contemporáneo y en este sentido es ineludible hacer referencia al concepto del artista-etc desarrollado por Ricardo Basbaum. Un artista-etc se define por “cuestionar la naturaleza y función de su rol”, y ejecutar un desplazamiento –una invasión– hacia otros campos (curaduría, teoría, escritura, crítica, gestión, agitación cultural, etc.), lo que supone en principio una no aceptación pasiva de la subdivisión del trabajo dentro del sistema del arte.
Esta multiplicidad implica también, como escribe Ricardo, enfocar las “conexiones entre el arte y la vida, el arte y las comunidades, abriendo un camino para una rara, rica mixtura de circunstancias casuales y singulares, diferencias culturales y sociales, e ideas”. Se trata, en última instancia, de la proyección, en el presente y el mundo del arte, del progresivo “desflecamiento” de las fronteras entre los géneros artísticos, un fenómeno que Adorno vio como una marca de la producción estética de la segunda mitad del siglo XX, y que desde nuestra actual condición, que podríamos llamar “pos-disciplinaria”, nos induce a volver a pensar nuestro lugar como artistas.
(“Formas de pensar”, desde mañana hasta el 5 de abril en el Malba, Figueroa Alcorta y San Martín de Tours.)

* Artista plástico, participante de la muestra.

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Fuseki, joseki (2004), Instalación participativa de Francisco Ali Brouchoud (arriba).
 
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