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En marzo de 2001 el juez Gabriel Cavallo, que en ese momento investigaba el pago de sobornos a los senadores, allanó a la Sigen (Sindicatura General de la Nación). Los funcionarios que fueron al lugar aseguran que nunca vieron a nadie tan contento como al síndico Rafael Bielsa por tener que responder a una medida de ese tipo. La explicación estaba en que esa era la única forma en que el ahora canciller aportara a la Justicia todos los detalles de su pesquisa sobre los fondos de la SIDE. Bielsa declarará hoy por primera vez como testigo –lo hará por escrito– en la causa por las coimas que habrían sido pagadas para obtener la aprobación de la Ley de Reforma Laboral. Es una mala noticia para el ex presidente Fernando de la Rúa. El ministro dejará constancia oficial de que el gobierno de la Alianza ordenó que la Sigen no auditara a la SIDE, de donde habría salido el dinero para los legisladores.
La declaración de Bielsa, que había sido pedida hace tiempo por los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado, fue ordenada por el juez Rodoflo Canicoba Corral a raíz de declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores al periodista Nelson Castro. “Sobre la base de una auditoría que nos pidió la Oficina Anticorrupción (OA) detectamos que la SIDE le informaba a la Sigen una cifra errónea. Es decir, decía que había gastado todo el presupuesto que el Tesoro le había dado, cuando en realidad lo que hacía era pasar parte de ese dinero de una cuenta reservada pero pública a una cuenta secreta. Eso producía una acumulación de fondos que no había modo de saber cómo se gastaban o si se gastaban o no”, explicó Bielsa.
Lo que la Sigen reveló era que la SIDE había declarado haber usado 22 millones de pesos en “gastos de personal” que en realidad transfirió a otra cuenta secreta. Ese dato fue tenido en cuenta por Canicoba Corral y el secretario Marcelo Sonvico al procesar a De Santibañes, el arrepentido Mario Pontaquarto y los ex senadores José Genoud y Emilio Cantarero. El magistrado comprobó que el día en que Pontaquarto dijo haber retirado cinco millones de pesos de la SIDE, el organismo tenía a su disposición cinco millones 700 mil. De Santibañes retrucó que si se hubieran usado cinco millones para pagarle a los senadores, la secretaría no habría podido seguir operando. Pero la existencia de 22 millones extra rebaten ese argumento.
El ex síndico no se limitará a explicar ante la Justicia su investigación sobre las cuentas oscuras de la SIDE. Contará, además, que hizo otras dos auditorías que no le fue permitido publicar. En una medida inédita, el por entonces procurador general del Tesoro, Ernesto Marcer, elaboró un dictamen secreto a pedido de De Santibañes en el que se establecía que “el Banco Nación, la Tesorería General de la Nación y la Contaduría General de la Nación debían abstenerse de dar información sobre la SIDE a la Sigen y que la Sigen no tenía facultades para auditar la SIDE”.
–Presidente, deje entrar la historia por esta puerta y sea el primer presidente democrático que hace con la SIDE lo que no hizo ninguno de sus predecesores, esto es, ponerla al servicio de los intereses nacionales y no de las operaciones minúsculas –le dijo Bielsa, según relató él mismo, a De la Rúa en octubre de 2000.
“Hunda el cuchillo hasta el hueso y haga lo que tiene que hacer”, fue la respuesta. Sin embargo, poco después llegó el dictamen de la Procuración.
De Santibañes y Bielsa se enfrentaron públicamente y el ex presidente tomó partido por su amigo banquero. Después de la difusión del primer informe de la Sigen, el vocero presidencial Ricardo Ostuni señaló que el hecho había sido “imprudente” y reveló que el ex presidente estaba “disgustado” con el procedimiento de Bielsa. De Santibañes reaccionó de forma más violenta. Lo acusó por “violar secretos de Estado y haber utilizado información de delincuentes”. El testimonio sobre las trabas para investigar a la SIDE, que no pudieron provenir más que del presidente (es el único que puede dar órdenes al procurador del Tesoro) será una prueba importante en la causa de las coimas en el Senado.
La preocupación de De la Rúa por este hecho quedó en evidencia cuando solicitó estar presente como su propio abogado durante el testimonio del ministro. Canicoba Corral no había hecho lugar a su pedido, pero de todas formas Bielsa responderá por escrito, ya que hoy viajará a Entre Ríos con el presidente Néstor Kirchner y como funcionario de alto rango posee esa prerrogativa. El juzgado le enviará las preguntas hoy, pero el funcionario no está obligado a entregar sus respuestas en el día.
De la Rúa también fue comprometido en la investigación de las coimas por Pontaquarto. El “arrepentido” aseguró haber estado en su despacho en una reunión en la que se negoció con Genoud y los peronistas Augusto Alasino y Alberto Tell la Ley de Reforma Laboral. A su vez, el ex jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, señaló que el ex presidente no podía desconocer que se pagaron sobornos. El senador describió cómo fue desplazado del rol de interlocutor de los legisladores y la molestia de De la Rúa cada vez que se hacía mención al escándalo de las coimas.