Por disposición de la Dirección General de Educación Privada del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, la mañana del día martes 19 de marzo ha sido declarada asueto con motivo de la asunción papal. Mi hijo no concurre a una escuela religiosa, sino laica y no confesional. Esto constituye una flagrante violación a los principios de la educación laica, que se caracteriza por el respeto a la libertad de culto, ateos incluidos. Como miembro de la comunidad educativa no confesional me siento profundamente discriminada. No quiero ser rehén de la derecha clerical que anida en el gobierno de mi ciudad y que viola la más elemental separación de Iglesia y Estado. Creo profundamente en la educación laica. No sólo subsidian con mis impuestos a las escuelas religiosas, subejecutando el presupuesto destinado a la educación pública, sino que se arrogan la potestad de vulnerar mis derechos ciudadanos. Acabo de presentar una denuncia en la Defensoría del Pueblo y dejé mi reclamo en la página del Inadi.