Miércoles, 12 de noviembre de 2014 | Hoy
CIENCIA › TECNOLOGíA DE AVANZADA
Por Ignacio Jawtuschenko
En el laboratorio inaugurado ayer se pondrá en marcha una línea de investigación considerada de vanguardia, que involucra realizar experimentos de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) en células neuronales en cultivo. La técnica de RMN permite obtener información estructural y de movilidad de moléculas de interés biológico, como ser proteínas o ácidos nucleicos, con resolución atómica. Esta técnica denominada In-cell RMN es la única que permite hacer estos ensayos en el interior de una célula viva. Esto es de gran utilidad para entender el comportamiento de una determinada molécula ya no in vitro (en un tubo de ensayos) sino in vivo.
“Buscamos alejarnos de las condiciones de ensayo estándar, donde se trabaja con moléculas aisladas en forma pura, y acercarnos más a las condiciones normales donde dicha molécula cumple su función –cuenta a Página/12 Andrés Binolfi, que volverá de Berlín a trabajar en este proyecto y que se sumará a la lista de más de 1100 científicos que regresaron al país en los últimos años–. Podríamos explicar la estrategia como la diferencia entre estudiar de cerca el comportamiento de un animal en cautiverio en una jaula o en su hábitat natural, donde interacciona con otros animales y con el medio ambiente de manera constante.”
En el nuevo laboratorio rosarino se aplicará esta metodología para estudiar procesos biológicos que están implicados en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, como Parkinson o Alzheimer. El desarrollo de estas enfermedades está asociado a la acumulación anormal de ciertas proteínas –entre ellas Alfa-Sinucleína y Tau– en las neuronas del cerebro.
“Inicialmente, vamos a caracterizar estos procesos con la mayor resolución posible y con esa información buscaremos desarrollar estrategias que permitan detenerlos –adelanta Binolfi–. Estas estrategias podrán ser utilizadas en el futuro para el diseño de un esquema terapéutico más eficientemente para estas patologías.”
Por su parte, Verónica Lombardo, también científica, volverá al país y tendrá a cargo establecer un laboratorio de pez cebra, un pequeño vertebrado ampliamente utilizado como modelo animal de estudio en diferentes áreas de la biología. En las últimas décadas, el pez cebra se ha transformado en uno de los modelos animales de elección debido a su fácil manejo, bajo costo de mantenimiento y al alto grado de similitud genética y fisiológica con los mamíferos. Como resultado de sus múltiples ventajas el pez cebra se ha convertido en una poderosa herramienta para estudios pre-clínicos de descubrimiento de fármacos. “En nuestro grupo vamos a utilizar al pez cebra para realizar ensayos de toxicidad de los nuevos compuestos con potencial farmacológico generados en nuestro instituto. Estos se realizarán con el fin de evaluar si dichos compuestos presentan efectos secundarios. Esto ayudará a entender en más detalle las patologías analizadas y por lo tanto contribuirá a dirigir el diseño de nuevos fármacos de forma racional.” Este proceso es fundamental antes de que una droga se utilice en pacientes.
–¿Cuál es la motivación para volver a la Argentina?
–Si bien cuando decidimos irnos a realizar una estancia de investigación en Alemania siempre estuvo claro que sería por unos años –cuentan al unísono los jóvenes investigadores–, la parte afectiva fue un determinante importante en la decisión de regresar: la lejanía de la familia, amigos, colegas y nuestra cultura. Además, la Universidad Nacional de Rosario es nuestra alma mater, por lo que nos alegra retornar y contribuir a su funcionamiento. Por otro lado, vemos la vuelta como una oportunidad para hacer ciencia de alto nivel en Argentina y poder aplicar los conocimientos que adquirimos en el exterior.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.