CIENCIA
Trabajos de contratemporada
–Otro problema es: ¿qué hace la gente cuando se acaba el turismo y la construcción?
–Bueno, lo que hacen todas las zonas turísticas: se preparan para la siguiente temporada.
–Si uno se dedica a observar en qué trabaja la mayoría de la gente, descubre que hay dos bandos fundamentales: por un lado, los propietarios que viven del turismo y, por otro, la mano de obra residente que trabaja en construcción y servicios turísticos. Si en la temporada baja hay posibilidades de construir, entonces todos contentos. Pero los problemas comienzan a aparecer cuando no hay construcción. Es lo que pasó en la década del ’90: empieza a haber una crisis local cuya salida es pedirle a la municipalidad que provea empleo.
–Pero ese es el mecanismo general de cualquier lugar cuando hay una baja de empleo.
–Cuando hay una serie de temporadas buenas como ahora y hay buena construcción no aparecen grandes problemas, es como una situación ideal. La cuestión es que la urbanización está avanzando sobre terrenos sin actividad. Cuando se complete la construcción, la demanda de mano de obra va a bajar y el efecto potenciador del turismo se va a diluir en una pasividad mayor. En realidad, es el destino de todo lugar turístico. Primero un crecimiento rápido y después una meseta, las ganancias se reducen muchísimo porque hay muchos que prestan servicios, la demanda está cubierta y, por lo tanto, la situación está más o menos estabilizada. ¿Pero qué pasa con la mano de obra cuando hay poca demanda? Los intendentes están tratando de pensar qué industria poner en esos lugares.
–Lo cual es un disparate porque perjudica al turismo.
–Exactamente, son actividades conflictivas.