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Uno de los hallazgos de marketing de la Alianza entre Maurizio Macri (Compromiso para el Cambio) y Ricardo López Murphy (Recrear) fue su nombre, Propuesta Republicana, y su síntesis publicitaria PRO, con el signo de play en un grabador.
En la página de la alianza en Internet se explica qué es PRO: entre otras cosas, “proponer, sólo proponer; hacer una revolución moral; una policía preparada y bien paga; tener un proyecto; que se pueda volver a circular por las calles; que los delincuentes estén tras las rejas y los vecinos no; mirar el futuro más que el pasado y saber hacer lo que uno propone”. El 23 de octubre, durante el festejo por la victoria en la Capital, jóvenes partidarios vestían remeras celestes con la frase “Yo soy Pro” en la espalda. Mientras Macri pronunciaba su discurso, una mujer trepada a una banqueta le gritó: “Mauri, mandale un besito a Bielsa”. La mención del candidato derrotado fue recibida con silbidos. Macri pidió silencio: “No, eso no. Eso no es Pro”. La aclaración fue recibida con aplausos.
La denominación PRO tiene su historia, que puede rastrearse en un discurso presidencial, dirigido a explicar cómo se combatiría la corrupción para suplantarla por “la honestidad, la idoneidad y la eficiencia”. Según el jefe de Estado que inspiró a Macri y López Murphy, con “madurez y sentido de unidad es fácil pensar en la recomposición del ser argentino. Ese ser argentino, basado en madurez y sentido de unidad, permitirá inspirar para elevarnos por encima de la miseria que la antinomia nos ha planteado, para dejar, de una vez por todas, ese ser anti y ser, de una vez por todas, Pro: Pro argentinos”.
El autor de esas palabras fue Jorge Rafael Videla y las pronunció en su mensaje al país del 24 de mayo de 1976, al cumplirse dos meses de su gobierno, que también ofreció seguridad y eficacia al margen de las ideologías. La Nación tituló en su tapa: “Una propuesta para un cambio profundo”, y Videla explicó que esa propuesta era “seriamente republicana”. También dijo ese día que el camino no sería fácil ni corto pero que su gobierno lo recorrería con firmeza hasta que sus objetivos fueran asumidos por una corriente de opinión.