El Colegio Profesional de Psicólogos de Salta se solidariza con los colegas en particular y con toda la ciudadanía del norte de nuestra provincia en general que, a raíz de la caída del puente que atravesaba el río Seco en la Ruta Nacional 34, han quedado aislados de la provincia de Salta desde comienzos de este año. El puente caído comunicaba a cerca de 200 mil personas de las localidades de Tartagal, General Mosconi, Salvador Mazza y Aguaray con el resto de la provincia y del país.

Al no haber comunicación terrestre, decenas de miles de salteños no cuentan con alimentos como carne o lácteos, combustible, agua potable o suministro eléctrico. En los hospitales escasean los medicamentos y el oxígeno. Nuestros comprovincianos denuncian que han sido olvidados por los gobiernos provincial y nacional. Denuncian también que muchos otros elementos están comenzando a escasear, por lo cual el sentimiento de abandono se ahonda más.

Condenamos la desidia gubernamental y esperamos que las autoridades o quienes tengan poder de decisión, sean capaces de torcer este presente y mirar de otra manera el futuro, con una mirada más solidaria.

Resulta irónico ver cómo un gran número de habitantes que tienen sus viviendas encima de las riquezas gasíferas y petrolíferas están incomunicados por la destrucción de un puente. En tanto, de todas las alternativas de paso dispuestas por la provincia, ninguna sirvió como reemplazo completo del puente ausente. El badén y los caminos alternativos abiertos a través de fincas de la zona que obligaban a recorrer 60 kilómetros, quedaron intransitables debido a la lluvia que no deja de caer. El único lugar para cruzar es un puente ferroviario resbaladizo y sin barandas, por donde la gente pasa caminando.

Nuestro Colegio quiere hacerle saber a cada uno de los ciudadanos de nuestro norte provincial que estamos con ellos compartiendo su impotencia y el destierro que están padeciendo. Nuestro norte demuestra cada día que es posible la existencia de una Salta más equitativa para todos, porque se trata de una guerra contra el olvido y la marginación, contra el abandono y la inequidad. Por esto, reiteramos nuestra solidaridad para con ellos, sin perder nunca la esperanza que cruza todos los puentes juntos.