Arriesgando su legitimidad, la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) postergó otra vez el congreso que debería renovar sus autoridades, congreso ya suspendido en diciembre de 2004 y también a mediados de 2005. La nueva fecha propuesta por la conducción de izquierda es el próximo 8 de abril, pero hasta hoy la oposición, mayoritariamente de centroizquierda, desconoce la convocatoria. Sin un acuerdo político mínimo entre las fuerzas estudiantiles, el órgano que debería representar a los más de 300 mil alumnos de la UBA está ahora amenazado por el posible despliegue de una federación paralela.

Pese a que los congresos de la FUBA están previstos para el final de todos los años, después de las elecciones de centros de estudiantes, el último se reunió en diciembre de 2003. Entonces fue reelegido en la presidencia el Frente 20 de Diciembre (encabezan el MST, el PO y la independiente EVET), que luego fue prorrogando su mandato hasta hoy.

Los resultados electorales del año pasado dejaron a las diferentes agrupaciones de izquierda conduciendo la mayoría de los centros estudiantiles de la UBA (siete sobre trece): así, la izquierda se posicionaría como primera minoría de la federación siempre que forme un frente único, con los “chinos” de la CEPA incluidos.

La oposición, mientras, se quedó con los centros de las facultades con más alumnos (Medicina, Derecho, por caso), así que podría aspirar a presidir la FUBA si cierra una amplísima coalición. Nada fácil, porque tendrían que acordar, entre otras listas, desde independientes y socialistas hasta el ARI, Franja Morada y ex frepasistas. En la incertidumbre que genera la dificultad para cerrar esos dos bloques, en la tensión que despliegan el posible cambio de mando y/o la virtual fractura de la federación, volvió a naufragar el congreso previsto para diciembre.

“La junta representativa de FUBA, con la participación de las agrupaciones de izquierda, decidió llamar al congreso para el 8 de abril –contó Agustín Vanella, del MST–. Elegimos esa fecha porque es la más cercana en que va a haber clases en todas las facultades. Ahora el congreso se tiene que hacer pase lo que pase, no se puede seguir dando vueltas. Vamos a intentar zanjar esto de una vez.”

Hasta el momento, sin embargo, los opositores no aceptan ese llamado. “No hubo ninguna convocatoria formal –dijo Pablo Gordon Daluz, del MNR–. Así y todo, si el llamado respetara el estatuto, si pudieran participar los 13 centros de estudiantes y hubiera garantías mínimas, participaríamos. De otro modo, las fuerzas que nos sentimos excluidas por esta situación irregular vamos a convocar un congreso que sí respete el estatuto de la federación.” Según el dirigente socialista, esa posición, que significaría la creación de una FUBA paralela, es compartida por la presidencia de los centros de Derecho, Económicas, Odontología, Farmacia y otras fuerzas.

En superficie, las discusiones que siguen frustrando el congreso son dos. Una es si pueden participar del congreso todos los centros de estudiantes. Por diferentes y atendibles razones, los cuestionados son los de Ciencias Económicas y de Odontología, ambos en manos de agrupaciones opositoras a la actual conducción: respectivamente, Nuevo Espacio (Franja Morada más peronistas) y AFO (independientes). No sólo la izquierda cuestiona la legitimidad de las elecciones de esos centros, también parte del centroizquierda.

El otro debate surgió de un planteo realizado por la izquierda. “En algunas facultades las elecciones fueron obligatorias (porque se hicieron junto a las de consejos directivos) y en otras no, lo que provocó una asimetría muy grande en la relación entre agrupaciones y cantidad de delegados correspondientes para el congreso”, se argumentó. Por eso, parte de la izquierda promueve un sistema para ponderar el número de delegados, algo nunca realizado desde el regreso de la democracia. “La ponderación es inaceptable. No vale más el voto de un estudiante de Filo que el de uno de Medicina. Y menos aún cuando es solamente porque le conviene al MST y al PO –dijo Hernán Ons, de la independiente El Gradiente–. No queremos dividir la FUBA, como pretenden Franja Morada y sus aliados, pero tampoco vamos a tolerar cualquier barbaridad de los troscos. Denunciamos a los que se quieren perpetuar ilegítimamente y también a los que quieren una federación paralela.” Un embrollo en el que hoy pierden todos los estudiantes.