CULTURA › FERIA DEL LIBRO 2003
La historia de la mayor cantante
En una fiesta que terminó en recital múltiple, se presentó el viernes a la noche la biografía de Mercedes Sosa. Gieco, Zenco, Víctor Heredia y varios hablaron y cantaron.
Por Karina Micheletto
La presentación de la biografía de Mercedes Sosa, el viernes pasado en la Feria del Libro, resultó una verdadera fiesta, que por momentos parecía una celebración familiar abierta al público. Arriba y abajo del escenario la tucumana estaba rodeada de sus afectos, sus compañeros de ruta y buena parte del folklore local, reunidos para agradecerle y homenajearla. Como en toda fiesta que se precie, también hubo música a cargo de algunos de “sus amigos del alma”, León Gieco, Víctor Heredia, Julia Zenco, Los Sosa de Tucumán y Los Sosa de Mendoza, seguidos por un público encendido.
Mercedes Sosa, la negra, editado por Sudamericana, es obra del escritor, periodista y dramaturgo Rodolfo Braceli, amigo de la cantante desde hace años. Escrito como un relato en primera persona (“como una biografía en voz alta, para ser escuchada antes con la oreja del corazón, después con la del cerebro”, en palabras del autor), en el libro se van sumando voces de familiares y amigos de Mercedes, como las de Atahualpa Yupanqui, Charly García, Caetano Veloso, Pablo Milanés, Joaquín Sabina y el poeta Armando Tejada Gómez, además de los que estuvieron en la presentación. Por allí desfila la infancia de la cantante en Tucumán, las primeras vergüenzas de cantar en público, su debut con el seudónimo de Gladys Osorio, sus matrimonios con Manuel Oscar Matus y Pocho Mazzitelli, los días y noches de bohemia en Mendoza, las amenazas de muerte de la Triple A y el posterior exilio, los grandes dolores como la muerte de su segundo marido o su enfermedad con ideas de suicidio en 1997. “La paradoja de esta vida es que, a más desgarramiento y dolor en lo personal y afectivo, más éxito, más ovaciones en lo artístico, más fama”, define Braceli en su libro.
“De Mercedes Sosa, la negra surge una historia personal, pero también la historia política y cultural de un país. Ambas son dramáticas. Es la historia de la cantante más importante de este país castigado, humillado, pero anhelante de una vida digna y justa”, sostuvo la cantante Liliana Herrero durante la presentación. En la mesa también estuvieron acompañando a la homenajeada y a Braceli los actores Patricio Contreras y Cristina Banegas, quienes leyeron algunos pasajes del libro. Los Sosa de Tucumán, un grupo integrado por dos hermanos de la cantante, Cacho y Chichí, y tres sobrinos, Claudio, Coqui (quienes encaran carreras solistas) y Walter, hicieron la zamba “La Tucumanita”, dedicada a los abuelos Tucho y Ema. Los Sosa de Mendoza, Pocho y el poeta Jorge Sosa, autor de temas fundamentales del cancionero como “Marrón”, comparten apellido, pero no son parientes de la cantante. En su repertorio (“Mendoza, madre de vendimias”, de Jorge Viñas y la “Cueca de la vendimia”) incluyeron una poesía de Jorge Sosa que estrenaron para la ocasión. “Cuando canta Mercedes guarda silencio el silencio... nadie quiere hablar ni letra si anda la negra en el aire”, dice la letra que homenajea a la tucumana.
El final llegó con “Cinco siglos igual” y “Sobreviviendo”, cantada a coro por León Gieco, Víctor Heredia, Julia Zenco y toda la sala. Los temas, por momentos cantados a capella a causa de una lesión en el dedo de Heredia, el encargado de la guitarra, eran seguidos desde la mesa por Mercedes, que lloraba por lo bajo. Es que Mercedes Sosa tiene la lágrima fácil, pero esta noche tenía más de un motivo para emocionarse. “Desde hoy al mediodía que vengo sintiendo algo en el pecho, porque sabía que iba a llegar este momento. Cuando recibo tanto amor me pongo muy frágil”, agradeció la cantante.
Gieco contó la publicación de la biografía cambió el status de su amiga: “Estábamos tocando en el Luna Park y yo le dije a la negra que siempre la quise y la respeté mucho, pero que después de leer el libro se transformó en mi ídola”, bromeó el autor de Bandidos rurales. “Estamos acá para agradecer el cariño con que la negra nos acaricia el cuerpo, el alma y el corazón”, agregó Heredia. Después del brindis y los saludos de rigor,muchos siguieron para la casa de Mercedes. La fiesta se extendería, ya sin público, celebrando el canto de una de las figuras populares más importantes de la Argentina. A pocas horas de las elecciones presidenciales hubo un motivo para festejar.