CULTURA › UN ENCUENTRO DE CREADORES Y EXPERTOS SOBRE LA CIENCIA FICCION
La Argentina como lugar de fantasía
La presencia de autores y estudiosos le da lustre a una serie de reuniones que buscarán echar luz sobre los caminos del género local.
Por Silvina Friera
La narrativa fantástica, al cuestionar las percepciones unívocas entre lo real y lo extraño, es dialógica y vacilante por antonomasia. Rosmary Jackson escribió Fantasy, literatura y subversión para rastrear no sólo las infracciones en el orden sintáctico, en los temas o en la idea positivista del “personaje”, que propugna el fantasy, sino para polemizar con el crítico Tzvetan Todorov, al que cuestiona por no incorporar las lecturas psicoanalíticas, entre otros aspectos, cuando este tipo de literatura trata tan reiteradamente con material inconsciente. “¿Es posible confiar en lo que el ojo ve o en el ‘yo’ que habla y registra?”, se pregunta Jackson. A mitad de camino entre la novela de divulgación científica y la literatura fantástica, la ciencia ficción se expandió después de la Primera Guerra Mundial, más allá de que varios intelectuales vituperaron a este género tan escurridizo y problemático a la hora de definirlo. Gabriel Guralnik, coordinador del Encuentro de Creadores de Fantasía y Ciencia Ficción de Argentina, un ciclo de reuniones que comienza hoy a las 19 en el Club de Progreso (Sarmiento 1334), sugiere que “muchas veces la Argentina parece un lugar de fantasía: una zona del tiempo que no se decide entre la realidad y la ficción”.
Acaso como consecuencia de esta indecisión, la Argentina se ha transformado en uno de los países que tiene una mayor y mejor producción fantástica, concebida en los límites tensos del sistema literario. Con entrada libre y gratuita, el filósofo y estudioso Pablo Capanna, autor de El mundo de la ciencia ficción, hablará sobre el origen, la historia, el sentido y el presente del género en la Argentina. Hasta el 10 de diciembre, todos los miércoles a las 19, debatirán, respectivamente, la escritora Angélica Gorodischer (el próximo 19 de noviembre), Marcelo Cohen y Pablo de Santis, Liliana Díaz Mindurry y el científico y escritor Leonardo Moledo (ver recuadro). Algunos de los libros de cuentos de Jorge Luis Borges (Ficciones), de Julio Cortázar (el cuento “Axolotl”), de Adolfo Bioy Casares (La invención de Morel) y de Silvina Ocampo (el relato “Magush”) están inscriptos dentro de la literatura fantástica pionera, que será mencionada por críticos y escritores que participarán del encuentro. Lo maravilloso, la intrusión de lo sobrenatural en el mundo cotidiano, lo extraño o raro serán objeto de pensamiento de aquellos escritores que se enfrentan habitualmente con las fronteras entre ciencia y ficción. Además de las obras que se analizarán, no podía estar ausente El eternauta, de Héctor Oesterheld, excelente cuentista y editor de Más allá, una emblemática revista de ciencia ficción, que será evocada junto con la vieja editorial Minotauro, El Péndulo y Fierro.
Aunque los debates giren en torno de la producción argentina y su evolución, se sabe que J.R.R. Tolkien (1892-1973), con El Hobbit (1937) y la trilogía El señor de los anillos (1954/55), resulta una referencia ineludible. Algo similar sucede con el fenómeno que está generando la escritora mendocina Liliana Bodoc con Los días del venado, que fue considerada como una novela de “épica maravillosa”, en donde funda un imaginario que remite a una cosmovisión del mundo precolombino americano, especialmente en la genealogía de los nombres de los personajes “positivos” de la novela, en su mayoría de origen mapuche: Dulkancellin, Wilkilén, Kume y Piukemán, entre otros. “El rechazo de lo fantástico y su confinamiento a los márgenes de la cultura literaria es de por sí un gesto ideológico significativo, no muy diferente de la forma en que la cultura se ocupa de silenciar la irracionalidad”, señala Jackson.