CULTURA
El oprobio de la ESMA
“Es lógico que en La Nación y en Página opinen distinto sobre el Museo de la Memoria de la ESMA. Lo que pasa es que no hay un espacio que los aúne, y entonces hay lectores de un lado y otro, pero la discusión no se internaliza. Todavía se está discutiendo acá si la teoría de los dos demonios o no; yo he oído decir ‘por qué no se celebra la memoria de los muertos por la guerrilla’, como si el número de asesinatos no importara, como si olvidaran que el terrorismo de Estado es muy distinto a la guerrilla, a la que no justifico. Yo entiendo el sufrimiento de una madre a la que la guerrilla le mató un hijo. Pero el problema de fondo es el de una imagen de país que dominó durante muchos años: recuerdo que en el golpe del ‘66 Onganía dijo que venían a quedarse por veinte años. En lo otro puede haber polémica: ¿Es necesario un museo de la memoria? Sí. ¿Es legítimo o no? Sí, para no olvidar lo ocurrido. Ahora bien: ¿Se hizo en el momento oportuno, era necesario herir a los adversarios como para que eso cree resentimiento? Eso lo podemos discutir. Pero dónde. Por otra parte, hay problemas muy graves en la Argentina: la crisis energética puede provocar un desbarrancamiento brutal. Vivimos en una interna peronista desde hace un montón de tiempo. Algo tengo claro: la ESMA era el monumento al oprobio más grande de los argentinos y tenía que desaparecer como tal.”