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Un grupo de notables figuras de la cultura, entre ellos Juan José Saer, Ernesto Sabato, Edgardo Cozarinsky, César Aira, Beatriz Sarlo, Griselda Gambaro, Augusto Roa Bastos, Ricardo Piglia, Arturo Carrera, Gerardo Gandini, Abelardo Castillo, Aurora Bernárdez, Luisa Valenzuela, León Ferrari, Liliana Heker, Tina Serrano, Ana María Shúa, Roberto Jacoby, Guillermo Saccomanno, Rodolfo Rabanal, Antonio Dal Masetto, Tamara Kamenszain, Guillermo Kuitca, Héctor Libertella y Hugo Santiago le reclamaron al secretario de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Telerman, que archive su proyecto de anular o recortar los subsidios a los premios municipales. Los escritores, cineastas, artistas plásticos, actores, teatristas, músicos y pensadores pidieron a la comunidad que apoye su reclamo, enviando cartas o mails al jefe del Gobierno de la Ciudad, Aníbal Ibarra, para que esté al tanto del sentimiento popular respecto al proyecto de Telerman.
“El Gobierno de la Ciudad se dispone a barrer con los derechos legítimos de los artistas distinguidos con premios municipales”, recuerdan las docenas de firmantes de un petitorio. “Unos quinientos artistas: –escritores, plásticos, músicos, actores y directores de teatro– que recibieron premios vitalicios en base a sus méritos excepcionales, a criterio de jurados designados por el propio Gobierno de la Ciudad, hoy están amenazados por una secretaria de Cultura que prefiere destinar los fondos a eventos “de amplio rédito político” y “poco efecto cultural”. Los firmantes del manifiesto consideran que Ibarra en persona debería salir al cruce de la iniciativa de sus subordinados, ya que considera poco probable que esté de acuerdo con su ideología.
El texto ideado por los artistas continúa así: “En un almuerzo que tuvo lugar en el Centro Argentino de Relaciones Internacionales (CARI), el secretario de Cultura Sr. Jorge Telerman se explayó acerca de los planes y los recortes presupuestarios que hará la Secretaría a su cargo para poder atender los proyectos populistas dirigidos a ganar mayor exposición pública. El principal recorte previsto tendrá por objeto dejar de cubrir los subsidios a la creación que Buenos Aires estableció desde 1920 y que actualmente cubren las disciplinas de Literatura, Teatro, Música y Artes Plásticas. Como informa la página WEB del Gobierno de la Ciudad, dichos subsidios fueron establecidos como reconocimiento a personas destacadas en las distintas disciplinas y como apoyo permanente para que pudiesen mantener sus labores creativas en bien de la Argentina. Sobresale en el texto oficial la siguiente frase: “Las personalidades que han obtenido este apoyo han sido y son principales referentes de nuestra cultura no sólo en el medio local sino en el internacional”.
Para los artistas que se quejan de Telerman, “la Procuraduría del Gobierno de la Ciudad no puede desconocer que se trata de un derecho no sólo legítimo sino también adquirido, que la Constitución nacional protege como una de las garantías básicas de la propiedad privada. Una medida de ese orden sería abiertamente antijurídica y promovería quinientos juicios contra el Estado que éste tendría que sufragar con los consiguientes daños y perjuicios. Una vez más se intenta renunciar a las responsabilidades que se tiene obligación de cubrir, esperando que las asuman las futuras administraciones. Entre tanto, se planean nuevas frivolidades de escaso significado cultural”.
Jorge Luis Borges, Alfonsina Storni, Manuel Gálvez, Conrado Nalé Roxlo, Ezequiel Martínez Estrada, Ernesto Sabato, Adolfo Bioy Casares y Ricardo Molinari, entre muchos otros, figuran en la lista de ganadores del premio. En los últimos años, luego de que fueran revitalizadas por la gestión de Horacio Salas al frente de la Secretaría de Cultura de la Ciudad fueron distinguidos, entre otros, Griselda Gambaro, Inda Ledesma, Leonor Manso, Ernesto Schóó, Carlos Gorriarena, David Viñas, Jorge Demirjian y Leopoldo Presas. “Estos y otros artistas son los que dan mayor prestigio a Buenos Aires, considerada por esta razón como una de las de mayor interés cultural de América”, puntualizan los hacedores culturales. “Muchos de ellos tienen a este premio como único ingreso o complemento imprescindible para continuar realizando su obra. La ciudad no puede darse el lujo de prescindir de ellos. Los funcionarios deben entender que éste es uno de los principales bienes a custodiar si se desea habitar en una ciudad con una tolerable calidad de vida. Los artistas estamos dispuestos a defenderla.”