CULTURA › A MEDIO SIGLO DE LA EDICION DELOS VERSOS DEL CAPITAN”
Amor, infidelidad y complicidad
Por Kelly Velásquez *
Desde Roma
Italia, que hace cincuenta años recibió al célebre poeta chileno Pablo Neruda para un exilio de amor y política en la isla de Capri, está rindiéndole homenaje a esa aventura reeditando el libro que inspiró esa estadía. “Todo libro tiene su historia y el de éste es una historia de infidelidad, amor, amistad y complicidad”, sostuvo el embajador de Chile en Italia, José Goñi, nerudiano convencido, quien investigó el memorable paso del poeta por Capri hace exactamente medio siglo. Los seis meses que el poeta chileno pasó en 1952 en la isla adoraba por los emperadores romanos, en compañía de su nuevo amor, la cantante chilena Matilde Urrutia, que veía a escondidas de su esposa, la pintora argentina Delia Carril, quedaron plasmados en un libro, Los versos del capitán, cuya historia es emblemática.
“Los versos del capitán es un libro de poemas intensos, que describen el amor que crece en medio de las dificultades que les tocaba vivir entonces, como la Guerra Fría, la persecución que el gobierno chileno de la época sometía a los militantes comunistas, la amenaza de expulsión de Italia, revocada por presión de los amigos italianos de Neruda”, cuenta Goñi.
Gracias a los amigos de Neruda, desde el pintor Renato Guttuso, pasando por el cineasta Luchino Visconti, escritores y periodistas como Antonio Trombadori, Elsa Morante y líderes comunistas como Pietro Ingrao y el mismo Palmiro Togliatti, secretario del poderoso partido comunista italiano, el poeta latinoamericano logra refugiarse en Capri, en donde aflora con fuerza su amor clandestino.
“Quítame el pan, si quieres, quítame el aire, pero no me quites tu risa”, escribió Neruda a su amor furtivo, en un libro editado el 8 de julio de hace cincuenta años en Nápoles, en forma anónima, para no ofender a su esposa cantando públicamente su pasión. Como un homenaje a ese libro, cuyos únicos cuarenta y cuatro ejemplares fueron entregados a cada uno de los protectores italianos del poeta, las autoridades de Nápoles y de Capri, junto con la embajada chilena, reeditaron mil ejemplares, impresos en la misma tipografía, con el mismo papel y los mismos logotipos de plomo, para recordar una historia no sólo de amor –Matilde Urrutia se convertirá luego en su segunda esposa– sino también de política.
“Cuando contacté a los amigos del poeta que aún viven, la mayoría intelectuales comunistas, todos se emocionaron, porque muchos de ellos mantuvieron relaciones con Neruda hasta su muerte, en 1973”, cuenta Goñi, quien inicia con esa publicación la serie de homenajes que Chile prepara en ocasión del centenario del nacimiento de Neruda, el 12 de julio de 1904. Recién diez años después de la edición original, cuando su vida se lo permitió, el escritor reconoció la paternidad del libro napolitano.