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Frente a casi cuatrocientos pequeños y medianos empresarios el ARI, representado por el economista Rubén Lo Vuolo y la diputada Elisa Carrió, desplegó las principales líneas de lo que sería un futuro programa económico. Lo Vuolo destacó la necesidad de formular, en el marco de una economía mixta “acorde a nuestra realidad”, políticas públicas que garanticen mayor libertad de los ciudadanos, igualdad en el acceso a niveles básicos de bienestar y eficacia en el uso de “los escasos recursos” públicos. A su turno, Carrió prefirió señalarles a los empresarios que “la lucha que está por comenzar no es fácil porque nosotros somos enemigos de la concentración de la economía”.
El encuentro se concretó en uno de los salones del Centro Cultural San Martín. Detrás de los expositores se desplegaba un gran cartel que decía que la reunión estaba organizada por una novel Mesa Empresaria del ARI que coordina Roberto Tortosa, ex presidente de la Cámara de Curtiembres bonaerense. Esto no impidió que Carrió les recordara a todos los presentes que esto no implica un cambio en la política partidaria de no recibir apoyo económico de las empresas “porque corrompe las conciencias”.
Lo Vuolo habló antes que Carrió, quien lo escuchó sentada en una de las sillas del auditorio. El economista del ARI señaló que en un gobierno posible de Carrió deberían definirse cuatro objetivos básicos: libertad, igualdad, eficacia y responsabilidad. Habló de la implementación de una economía mixta, “pero acorde a las particularidades de la Argentina” que, según el experto, se aplicará de manera gradual: “Es preciso provocar cambios con amortiguadores sociales y no cometer los mismos errores de los que promovieron el salto al vacío”.
Si bien el economista de Carrió habló de la necesidad de aplicar políticas públicas que generen empleos, también destacó que esto se consigue con “la participación responsable del sector privado”. La platea respondió con un extenso silencio.
Lo Vuolo no dio muchos detalles de lo que sería un programa de gobierno. Prefirió desmitificar algunas afirmaciones que “hacen rodar los economistas del modelo”:
- Precios: Sostuvo que es falso que “en la sociedad capitalista los precios se fijan libremente sino que prima el poder de grupos concentrados”.
- Convertibilidad: “Es falso que la convertibilidad le otorgaba al país certidumbre, todo lo contrario, se esperaba un final desastroso”.
- Competitividad: “Es mentira que en el país hay mercado competitivo, lo que prima acá son los grandes agentes que digitan la economía”.
- Empleo: “Es absolutamente falso que se pueda generar pleno empleo con ajuste, con flexibilidad. Ninguna economía seria lo consiguió”.
- Capacitación: “Hoy es falso decir que los argentinos no consiguen trabajo porque no están capacitados. En realidad, el sistema actual, el modelo, no es capaz de generar empleo”.
- Dolarización: “Es una visión cortoplacista que tiene como único fin destruir el Mercosur”.
- Moneda: “Después del desastre realizado es difícil recomponer la moneda, pero es preciso abrir caminos que tengan en vista a nuestros socios regionales, que nos permitan elaborar políticas monetarias y cambiarias comunes”.
Luego fue el turno de Carrió. La chaqueña había escuchado con atención a su “economista de cabecera”. Optó por darle un cariz más político a su exposición. Insistió en la necesidad de relegitimar todos los cargos para garantizar una nueva institucionalización, un nuevo contrato social que “abra las puertas a la inclusión social con un nuevo sistema jurídico donde incluso se castigue a la mentira”. Eso también le permitió avanzar un poco más allá de su exigencia de renovación de la totalidad de las bancas legislativas al pedirles a los empresarios que “luchen” por relegitimar todo, “incluso las organizaciones donde ustedes confluyen”.