CULTURA
Antología y discordia
“Yo quería ser profesor de historia, pero mi padre me dijo que me moriría de hambre”, recuerda Volodia. “Por eso estudié derecho.” Su ingreso a la universidad coincidió con el regreso a Chile, después de 16 años, del poeta Vicente Huidobro. “Con él nos propusimos formar una especie de batallón de ataque contra la poesía oficial. Nosotros éramos apasionados de todo lo francés, Apollinaire, Rimbaud, Baudelaire. Huidobro escribía en francés y en castellano, muy digno e importante desde el punto de vista estético, pero no desde el sentimiento más profundo. Y junto con esos compinches de la conspiración, especialmente con Eduardo Anguita, publicamos una antología de poesía chilena nueva, y la palabra nueva era muy importante”, aclara Teitelboim. “Pero hubo problemas porque se excluyó a Gabriela Mistral, cosa que yo acepté porque la consideraba anticuada, y después me arrepentí toda la vida. Esa antología hizo estallar la más escandalosa polémica literaria del siglo XX en Chile porque Neruda consideraba a Mistral ‘la gran poeta’. Aunque Neruda figuraba en la antología con los primeros poemas de Residencia en la tierra, cuando era un desconocido, él se sentía implicado y atacado.”