CULTURA
La feria y yo
por Graciela araoz*
Cada año durante tres semanas se abre esa gran biblioteca, ese mundo de los libros con todo lo que implica la importancia del libro y la lectura en una sociedad y en una época que conspira contra la lectura, es decir, contra la reflexión, el pensamiento crítico, y especialmente para ser esas mujeres y hombres que podemos, con la lectura, resignificar el mundo y transformarlo. Si bien es claro que su objetivo fundamental es puramente comercial, desde el punto de vista de las/os escritoras/es permite un intercambio, especialmente con los escritores/as de las provincias y con algunos del exterior, que sólo se puede dar durante esos veintiún días que dura la Feria. Se repite una vez más que la poesía sigue siendo la gran excluida, pese a que la Argentina tiene uno de los movimientos poéticos más importantes en lengua castellana. Claro, no es raro, si pensamos que para las grandes empresas editoriales la poesía no es un buen negocio y por eso –salvo excepciones singulares– no la publican. Como dijo Platón, la poesía no está invitada al Banquete.
Un hecho digno de destacar es el Congreso Internacional de la Promoción de la Lectura y el Libro, que se hace por octavo año y donde los especialistas en lectura de distintos países y también de la argentina, se congregan para debatir y hablar sobre el libro y la lectura.
Abrir un libro es la aventura más hermosa y más libre de la imaginación. Abrir un libro nos puede llevar a cualquier infinito posible. Ojalá que esta Feria colabore con ese gran desafío.
* Poeta, secretaria general de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA).