Esta vez no fue el hombre del clásico. Con una actuación discreta, Juan Román Riquelme pasó casi inadvertido en la victoria de Boca sobre River, pero sus palabras tras el partido y ayer en la práctica en Casa Amarilla dejaron en claro su liderazgo. “Ganamos bien, River no pateó al arco en noventa minutos”, señaló el volante boquense, que confirmó que estará en el partido ante Cruzeiro de mañana, por más que el domingo salió acalambrado quince minutos antes del final del clásico. Y la otra buena noticia que dejó el entrenamiento de ayer es que Claudio Morel Rodríguez, que también salió lesionado cuando promediaba el clásico, todavía no está descartado para el encuentro en Belo Horizonte. El esguince de rodilla que sufrió el defensor paraguayo es muy leve, por lo que es muy probable que vuelva a ser titular.

“No fue un partido lindo para ver, pero a nosotros nos sirvió mucho”, señaló Riquelme, que elogió a sus compañeros de la defensa, a los que consideró clave para conseguir la victoria. “La defensa anduvo bien, jugó un partido perfecto. Apareció en el momento que tenía que aparecer. Ganar un encuentro así nos llena de alegría, nos pone bien ver al hincha de Boca contento”, indicó el mediocampista de la Selección Argentina.

Sobre el futuro, Riquelme se mostró ilusionado con poder pasar de ronda ante Cruzeiro y dejó en claro que a ningún rival le será sencillo sacar del camino al actual campeón de la Libertadores. Y lo justificó en el hambre que tiene el plantel, sobre todo en los referentes del equipo. “Con Palermo tenemos la ilusión de seguir ganando cosas. Queremos defender la Copa, que es nuestra. Con Martín queremos seguir jugando finales, y ayer se ganó una muy importante”, sostuvo el ídolo boquense.

Claro que en una seguidilla tan importante, ni Boca ni Riquelme tienen tiempo de quedarse con el triunfo del domingo. Por eso, el plantel se entrenó ayer pensando en Cruzeiro. Y tras la práctica, el volante adelantó que la lesión que lo sacó del superclásico quince minutos antes del cierre no le impedirá estar presente mañana ante los brasileños. “Ya estoy mejor, fue un calambre. Ahora vienen compromisos difíciles y seguidos. Nosotros queremos jugar todos los partidos”, comentó Riquelme, que explicó las razones de su mal momento físico. “Nunca tuve lesiones largas. Cuando ganamos la Libertadores en 2007, sufrí un desgarro ante Libertad de Paraguay, pero jugué igual. Ahora estuve parado un mes y lo sentí una barbaridad”, afirmó Riquelme.