El mítico rally Dakar, cuya edición 2009 se celebrará en la Argentina y Chile, podría quedarse en Latinoamérica en función del éxito que tenga esta primera experiencia en otro continente y de cómo evolucione la situación en Africa, afirmó ayer en París la organización. El nuevo escenario del rally se anunció en febrero pasado, un mes después de anularse la edición 2008 por las amenazas terroristas que pesaban sobre la caravana en Mauritania. Este Dakar se disputará entre el 3 y el 17 de enero y tendrá 9500 kilómetros de recorrido, de los cuales 5650 serán de velocidad pura. Habrá 230 motos, 188 autos, 82 camiones y 30 cuatriciclos, representando a 49 naciones.

“Si los participantes están contentos, ése puede ser un elemento determinante para quedarnos una edición más”, declaró el director de la prueba, Etienne Lavigne. “También hace falta que los países atravesados estén contentos –agregó–. Por ahora lo están. Veremos después para ver si se puede continuar allí. Miraremos la situación en Africa, en los países habituales del Dakar, pero sigue estando complicado”, explicó.

“Hay una tercera y una cuarta opción –declaró Frédéric Lequien, director adjunto–. Mantenemos contactos en Egipto, Túnez y Libia”, por donde no pasa el rally desde 2003, explicó Lavigne. “También se puede pensar en trabajar en Africa austral. Durante este mes sale una misión para Angola, Namibia y Sudáfrica (donde terminó la edición 1992)”, agregó. Pero Lavigne no cree que el Dakar vaya a otro continente.

El principal inconveniente de venir a la Argentina es el costo, “sobre todo por el transporte marítimo”, destacó Lavigne tres semanas antes de las verificaciones técnicas y administrativas en Le Havre (Francia) los días 26 y 27 de noviembre, como preámbulo de la salida de los 950 vehículos de carrera y asistencia rumbo a Buenos Aires. “Antes, entre la travesía de Gibraltar y el regreso de Africa, costaba entre 650.000 y 700.000 euros. Ahora son tres millones de euros, con 21 días de mar en la ida y la vuelta”, explicó.