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Si el domingo Boca, San Lorenzo o Tigre pierden y Lanús gana, Luis Zubeldía se convertirá, a los 27 años, en el entrenador campeón más joven en la historia de la Primera División del fútbol argentino. Y él no pierde la fe, aunque sabe que es difícil que se produzca una combinación tan favorable de resultados. “Los milagros existen y a veces llegan. De todos modos, tenemos que ganarle a San Martín de Tucumán y esperar”, señaló el sucesor de Ramón Cabrero en una charla que mantuvo con Página/12, cuando restan horas para la última fecha del Apertura.

–¿Qué balance hace de la participación de Lanús en el Apertura?

–El saldo de lo que hicimos es muy bueno. Llegamos por segundo año consecutivo a la última fecha de un torneo con la posibilidad de salir campeones y lo bueno es que mostramos un nivel de juego que dejó conforme a mucha gente, no sólo a los hinchas de Lanús. Además, logramos potenciar los rendimientos de jugadores jóvenes como Sebastián Blanco, Santiago Hoyos, Emir Faccioli y Eduardo Salvio, entre otros. Además, tenemos a (José) Sand, el goleador del torneo. En lo personal estoy conforme con todo lo que dio el plantel.

–A principio del campeonato, ¿pensaba que Lanús estaba para pelear?

–El objetivo era pelear arriba y ser protagonistas, y bueno, eso te lleva a estar en la conversación. Ahora, si estamos para campeones, no lo sé, pero si llegamos a esta instancia es porque algo bueno tenemos.

–¿Pero cree que se les puede dar?

–Estamos a dos puntos de los punteros. La chance matemática está y no hay que darse por vencido. Los milagros existen, y a veces te tocan. De todos modos, debemos estar tranquilos. Hay que jugar contra San Martín de Tucumán, ganar y esperar. Pero más allá de cómo terminemos en el campeonato, nadie nos quita las cosas positivas que logramos. Lo importante es continuar por este camino; si lo conseguimos, los títulos no tardarán en llegar.

–¿Habrá campeón el domingo?

–Es imposible saberlo. Puede pasar cualquier cosa. Es muy difícil ponerse a pronosticar, sobre todo en el campeonato argentino.

–¿Lanús juega el mejor fútbol del campeonato?

–El equipo está en un pico de rendimiento y, además, juega de forma vistosa, lo que resulta agradable para la visión de los hinchas. Pero bueno, sería medio arrogante de mi parte decir que practicamos el mejor fútbol del torneo. Creo que al menos no defraudamos a los que gustan del juego ofensivo y de la pelota contra el piso.

–¿Cómo definiría la forma de jugar que tienen sus dirigidos?

–Somos un equipo ordenado en defensa y ataque, que procura tener la pelota y jugarla con criterio.

–¿Para llegar a ser entrenador de un equipo de Primera División a los 27 años tuvo que madurar muy rápido?

–Sí, pero no fue algo que me propuse, las cosas que me pasaron en mi vida me llevaron a eso. Todo se me dio muy rápido. A los 15 años jugaba en Belgrano de La Pampa y me convocaron a la Selección Sub 17. Después me integré a Lanús, donde a los 19 fui capitán en la Primera División. Pero me lesioné, tuve osteocondritis en una rodilla, y a los 23 dejé el fútbol. Entonces me propuse ser técnico. Trabajé en las Inferiores de Lanús y en 2005, cuando (Ramón) Cabrero se hizo cargo del plantel profesional, me llevó como su ayudante. Este año, él me eligió para que fuera su sucesor. Todo eso me hizo crecer de golpe, pero no me quejo. Me gusta lo que hago.

–¿Qué importancia tiene Cabrero en su carrera?

–Mucha. Ramón me dio la oportunidad de aprender a su lado. Siempre le voy a estar muy agradecido.

–Cuando Diego Maradona estaba formando su cuerpo técnico para la Selección Nacional se mencionó su nombre como un posible colaborador. ¿Qué hubo de cierto?

–Fueron rumores, en concreto no existió ningún ofrecimiento. Pero si alguien pensó en mí, la verdad que me deja muy contento.

–De los equipos que poseen posibilidades de ganar el Apertura, ¿cuál es el mejor?

–Es todo muy parejo. Boca tiene jugadores con mucha trayectoria, pero por momentos le faltó funcionamiento; San Lorenzo tuvo muchos altibajos y Tigre también. El campeonato fue irregular y por eso llegamos a la última fecha sin un equipo que haya marcado diferencias con respecto a los demás.

–Por estos días se habla mucho de la incentivación, ¿pero hasta qué punto un estímulo económico puede influir en la definición de un campeonato?

–Para mí no influye. La plata no hace que un equipo juegue mejor. No creo en eso. Además, en nuestro caso, tendríamos que pagarles a los jugadores de Colón, Argentinos y Banfield. Me parece demasiado.