EL PAíS › HUGO YASKY, DE LA CTA

“El derrame no llegó

 Por Carlos Rodríguez

“El Gobierno tira bombas de profundidad que estallan a mitad de camino, que no llegan al fondo del mar, a la profundidad de los focos de pobreza que hay en la Argentina.” La metáfora fue utilizada por el secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Hugo Yasky, para referirse a las medidas anunciadas por el gobierno nacional para enfrentar los efectos locales de la recesión mundial. “Hay cuatro millones de indigentes y 13 millones de personas bajo la línea de pobreza que ni siquiera se enteraron de que el país, en los últimos cinco años, tuvo un sostenido crecimiento en materia económica”. Yasky agregó, en ese sentido, que ahora, desde el Estado nacional, “se pretende darles la noticia de que entramos en un ciclo recesivo del capitalismo y que por esa razón van a seguir sin tener ninguna posibilidad de mejorar su situación”. El máximo dirigente de la CTA, en una entrevista de Página/12, se refirió al fuerte contenido político y crítico que tuvo ayer la marcha anual de los Chicos del Pueblo, que finalizó en la Plaza de Mayo.

“La de hoy (por ayer) fue la marcha más multitudinaria de la CTA en los últimos tiempos y esto se debe a que tuvo una fuerte presencia de los movimientos sociales de trabajadores, en un abrazo al Movimiento de los Chicos del Pueblo.” En la charla, Yasky opinó que “la respuesta masiva a la convocatoria tuvo que ver con la particular coyuntura en la que se encuentran los 13 millones que están por debajo de la línea de pobreza y cuya situación se agravó porque entramos en una etapa de crisis de las economías capitalistas. Eso enciende una vez más las luces de alarma”.

Yasky recalcó que para la CTA “un tema central es que las políticas públicas de intervención del Estado tengan la capacidad de llegar realmente a los sectores más postergados. Los cuatro millones de indigentes todavía no se enteraron del crecimiento económico y ahora se les pretende decir que entramos en un ciclo recesivo del capitalismo. No se puede pretender pedirle a este sector de la Argentina, que no vio en ningún momento los beneficios del crecimiento económico, que ahora postergue sus demandas por cuatro o cinco años, hasta que la economía capitalista se vuelva a poner en pie”.

El dirigente del gremio docente sostuvo que “el acto tuvo como eje central reclamar que la crisis no la paguemos otra vez los trabajadores y reclamar que se presente de una vez la otra cara de las políticas estatales que todavía siguen brillando por su ausencia”. Yasky se declaró en favor de “una reactivación de la demanda que ponga plata en los bolsillos populares, en lugar de subsidios en los sectores empresarios”. Al referirse a las medidas de reactivación, demandó “políticas públicas que tengan como objetivo incentivar la capacidad de consumo de los sectores populares. Por eso, en el acto planteamos la necesidad de avanzar con la universalización del salario familiar por hijo”.

Precisó que eso tendría “un impacto positivo en los sectores que están en el pozo profundo de la indigencia. Esto significaría que todos los que están desocupados o con trabajo no registrado puedan acceder al salario por hijo. A eso hemos sumado la demanda de una recomposición de la mínima jubilatoria para que antes de fin de año el 70 por ciento de los jubilados tenga una mejora que les permita tender un puente hasta que llegue el mes de marzo (de 2009), cuando comience a dar sus frutos la ley de movilidad jubilatoria”.

“La tercera pata –agregó Yasky– es poner en una especie de incubadora a los puestos de trabajo, para evitar, en lo que va a ser una lucha cuerpo a cuerpo, que se pierdan puestos de trabajo. Con la amenaza de los despidos, a los empresarios se les va a presentar el escenario ideal que les permita condicionar las condiciones salariales hacia la baja. Ellos van a plantear que la salida es elevar la productividad y bajar los salarios a cambio del mantenimiento de los puestos de trabajo.”

Yasky recordó que el gobierno nacional anunció medidas en favor de “reactivar o sostener el ritmo de crecimiento de la economía”, pero resaltó que ahora “tiene que encarar una etapa en la cual esas medidas vayan en dirección a los sectores más golpeados en términos sociales. La prioridad es cerrar la brecha de la desigualdad y repartir mejor la riqueza en la Argentina. Hasta ahora, el Gobierno tira bombas de profundidad que estallan a mitad de camino, que no llegan al fondo del mar, a la profundidad de los focos de pobreza”.

Dijo que ése es el drama por el que atraviesan “los trabajadores no registrados en la Argentina. Los estatales de la provincia cobran con planes Trabajar. Eso reemplaza a las remuneraciones que reciben, a nivel nacional, los trabajadores que están bajo convenio. Son casi 14 millones de personas las que están bajo el nivel de pobreza y la mayoría de los pobres son niños y la mayoría de los desempleados son jóvenes”.

El titular de la CTA advirtió que esa situación “empieza a generar situaciones de desigualdad estructural. Si esos problemas no se atacan de raíz van a terminar de abortar cualquier intento de revertir, en términos de la correlación social, el modelo que heredamos de los noventa. Las mejoras de estos últimos años terminaron focalizadas en aquellos trabajadores que tienen convenio y que tuvieron la posibilidad de recibir el beneficio del crecimiento económico. A una mitad del país el derrame nos le llegó y por eso siguen creciendo los bolsones de pobreza estructural de exclusión social y laboral”.

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La movilización denuncia desde 2001 “los estragos que la pobreza y el hambre hacen sobre nuestros pibes”.
Imagen: Leandro Teysseire
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