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Qué paradoja! En el año de los resultados más brillantes del deporte argentino en la última década, el Círculo de Periodistas Deportivos tendrá la tarea más sencilla de los últimos tiempos eligiendo al destinatario del Olimpia de Oro, cuando podía presumirse que la cantidad y la calidad de los ternados tornaría ardua y dificultosa la elección.
Aunque los 24 integrantes de la comisión directiva del CPD se reunirán el domingo 22 a mediodía para determinar al mejor deportista del año (una distinción extraoficial que por imperio de la tradición se ha hecho prácticamente oficial y, por eso, tan discutida en los últimos tiempos), al que premiarán doce horas más tarde, está claro que no puede haber mucha discusión: la Selección Argentina de básquetbol, subcampeona en el Mundial de Indianápolis y el primer equipo de la historia en vencer al dream team estadounidense, tendría que ganar el favor de manera unánime.
El Olimpia tiene estas cosas: entregándose a fin de año –como no puede ser de otro modo–, lo inmediato le gana el cuerpo a lo memorable. La fresca consagración de las Leonas embadurna de cortoplacismo la discusión popular acerca de los méritos imprescindibles.
Pero la decisión de ternar a las tres mejores jugadoras del equipo -Luciana Aymar, Soledad García y Cecilia Rognoni– en lugar de proponer al equipo como un todo, así como sucedió hace dos años, con el oro al final del camino, allana la ceremonia. Sin las Leonas como ente para dirimir atributos, los encestadores ganan por robo. Porque el básquetbol es más masivo que el hockey sobre césped y porque, aun haciendo abstracción del resultado final, resultó más trascendente.
Además, no hay otros probables Olimpia de Plata en condiciones de hacer fuerza. Gabriel Milito ganará la plata en fútbol sobre Marcelo Delgado y Alberto Acosta, pero debió estar (y acaso ganarlo) Daniel Montenegro, “el” futbolista de la temporada. Pinta difícil el tenis: ¿premiar a David Nalbandian, finalista en Wimbledon, o a Paola Suárez, la primer número uno oficial del tenis argentino? Lo mismo que el automovilismo: ¿Guillermo Ortelli, tetracampeón de TC, o Pechito López, el argentino más cercano de la F1 del momento? La piba Bardach nadó muy bien, pero ¿cómo sacarle la plata en natación a José Meolans? Narváez noqueará a Locomotora Castro y al Gordo Domínguez, y el pibe Cambiaso les gana sin caballo a los Heguy Bautista y Eduardo. Lo que quieran.
Pero el oro tiene forma de aro.