Por segunda vez desde que se volvió a jugar el Abierto de Buenos Aires, en febrero del 2001, la final del torneo se jugará sin la presencia de un argentino. El último exponente nacional que quedaba para mantener la tradición intacta era Juan Mónaco y ayer perdió sin atenuantes por 6-2, 7-6 (7) ante el español Juan Carlos Ferrero, que se mostró más sólido durante todo el partido y hoy desde las 18 definirá el certamen con su compatriota David Ferrer. En un día bastante movido para el tandilense, ya que al mediodía tuvo que correr una hora y 18 minutos para vencer por 7-5, 6-1 a Horacio Zeballos por los cuartos de final, se quedó sin nafta para lograr el pasaje a la final.

Mónaco no arrancó bien el partido. Sus golpes no tenían la profundidad necesaria para complicar al español y se lo notaba bastante impreciso y sin confianza a la hora de golpear la pelota. Y como el tandilense comenzó el partido con su saque, eso le permitió a Ferrero conseguir un quiebre en el primer game del partido. Pero, inmediatamente, ayudado por varios errores no forzado de su rival, el argentino tuvo una leve reacción, que sólo le sirvió para igualar momentáneamente el marcador. Es que Mónaco siguió sin encontrar el camino y con fisuras en su juego, por lo cual, en el quinto juego, cuando el español afinó sus golpes, consiguió un quiebre para adelantarse 3-2. Ese fue un golpe duro para local, que terminó perdiendo la primera manga por 6-2, sin volver a ganar un game.

Ya desde el comienzo del segundo set se lo podía ver con otra cara al tandilense. Ayudado por sus golpes y por su garra habitual, Mónaco logró un quiebre en cuarto game de saque y se adelantó 3-1 en el marcador. Firme con su servicio, el tandilense llegó a sacar para forzar un tercer set. Pero en ese game, Ferrero estuvo muy firme desde el fondo de la cancha y no desaprovechó la primera oportunidad que le dio Mónaco en el set y dejó el tanteador 5-4.

Las pilas de Mónaco se iban acabando de a poco, pero su coraje lo ayudaba para mantenerse en pie, con el objetivo de torcer la historia. Los dos tenistas mantuvieron sus juegos de saque hasta llegar al tie break. A esta altura del juego, Ferrero, el único que el viernes pudo terminar su partido de cuartos de final, estaba más entero que “Pico”, y por eso, llegó a adelantarse 5-1 en el tie break. Pero Mónaco, con lo último de resto que le quedaba y ayudado por el apoyo de la gente, buscó la remontada: lo igualó en 5 y salvó un match point cuando estaba 6-7. Pero Ferrero ganó los dos puntos siguientes y se quedó con el tie break y con la victoria, que lo depositó por primera vez en la final de la Copa Telmex.

En la final, Ferrero se medirá con Ferrer, quien ayer venció por 6-1, 6-1 a Albert Montañés en la otra semifinal. La final de la décima edición será la segunda sin presencia argentina, ya que el único antecedente se dio en 2006, cuando Carlos Moyá venció al italiano Filippo Volandri.

Informe: Matías Mazzocchi.