Claudio Borghi decidió llevar hoy al plantel de Boca a un virtual retiro espiritual a un country de Pilar, con la intención de levantar el ánimo tras un mal comienzo en el torneo, que lo llevó a lanzar un cuasi ultimátum de una salida prematura como conductor. En ese sentido, el conductor recibió ayer a parte de la directiva para trasladarle tranquilidad y que no tome una decisión apresurada. El vicepresidente José Beraldi, el secretario general Rómulo Zemborain y el vocal Marcelo London fueron a verlo al técnico, y los dos primeros tuvieron una larga charla en el vestuario, cuando los futbolistas ya habían salido al campo. London se sumó luego al grupo en uno de los bancos junto a la cancha.

Ninguno de los tres directivos pudo confirmar la continuidad de Borghi más allá de lo que ocurra ante Vélez, aunque le dieron apoyo para seguir trabajando. Desde afuera del predio, el vicesegundo, Juan Carlos Crespi, dijo al canal Fox Sports que Borghi “salvo una catástrofe, seguirá”. Según una fuente del club, los dirigentes no profundizaron demasiado, pero sí le hicieron saber a Borghi que a veces es preferible llamarse a silencio. Es que ese ultimátum que se autoimpuso el entrenador para el partido del domingo descolocó a los directivos.

“La honestidad lo va a matar a Bichi; es un tipo muy transparente y sincero y no tiene un discurso armado”, sostuvo Zemborain. Como Borghi se recluyó en el silencio, pareció sostener sus dichos frontales del domingo por la noche tras la derrota ante All Boys. Zemborain, uno de los dirigentes que suele estar alejados de los micrófonos abiertos, dijo haberlo visto “bien”, pero no habló sobre esos tiempos con los que sorprendió el entrenador. No obstante, Zemborain admitió que si bien no hay plan B y que no hubo gestión con ningún otro entrenador, la sorpresiva advertencia de Borghi llevó a “pensar” en algún técnico por las dudas.

“No hemos hecho ninguna gestión. Obviamente que podemos pensar y eso no está mal, porque fue un disparador de sus propias declaraciones”, sostuvo el secretario general ante los dichos de Borghi.

Mientras, sobre lo que puede ocurrir el domingo, Zemborain indicó que Borghi “no mencionó nada y en ningún momento se habló”. La dirigencia mira “con optimismo” lo que se viene, pero nadie tiene en claro lo que Borghi puede llegar a definir.

Por lo pronto, Borghi comenzó la semana con la mejora en el estado físico de Christian Cellay y Clemente Rodríguez, imaginando a Cristian Chávez como reemplazante del lesionado Marcelo Cañete y tratando de alejar a todos del “ruido” para poder preparar con mayor tranquilidad el duelo ante uno de los líderes.