DEPORTES › ARGENTINA GOLEó A ECUADOR Y PUNTEA EN EL HEXAGONAL
Los pibes usaron la cabeza
Con una actuación razonada y contundente, el Sub 20 de Tocalli sacó claras ventajas y tuvo muchos momentos de buen fútbol. Actuaciones destacadas de Cavenaghi –figura y dos tantos más–, Tévez y Rivas.
El seleccionado argentino Sub-20 apeló al juego aéreo e imaginativo para imponerse a Ecuador por 4-0, en la segunda fecha del hexagonal final del Sudamericano de Uruguay, clasificatorio para el Mundial de Emiratos Arabes. Con este resultado, Argentina trepó a la primera posición de la ronda final, junto a Paraguay, con cuatro puntos, y el jueves se medirá con Brasil –jugaba anoche ante Colombia, otro candidato–, con el ánimo en alza y con la creciente ilusión de que está cada vez más cerca de obtener uno de los cuatro lugares para el Mundial asiático.
El equipo de Tocalli edificó un triunfo claro y amplio, en el que la clave estuvo en la utilización de la cabeza (en todos los sentidos: cerebral y materialmente). Así, no sólo hubo cabeza porque los dos primeros tantos llegaron por medio de francos cabezazos de Rivas y Zabaleta –a los 23 y a los 33–, sino porque los pibes supieron hacer correr el balón, se movieron inteligentemente por el frente de ataque y desbordaron –por izquierda y por derecha– cuanta vez se lo propusieron a una endeble defensa ecuatoriana. Anoche, el rival sólo inquietó, por manejo y habilidad profunda, cuando durante algunos minutos iniciales la tuvo el enganche-media punta Roberto Mina, el chico que deslumbra en las inferiores de Huracán. En el segundo período, cuando el partido estaba definido –sobre todo tras la expulsión de Guerrón–, Fernando Cavenaghi marcó dos tantos, a los 18 y 29, el segundo mediante un nuevo cabezazo.
De arranque nomás, el equipo argentino insinuó que la cosa iba en serio: atacó a fondo. Antes de cumplirse el minuto inicial, Rivas no llegó a un centro de Tévez (en su mejor producción del Sudamericano) desde la izquierda. Pero, de a poco, Ecuador reaccionó, tomó la pelota y Mina inventó una jugada notable a los 8 que pudo ser golazo. No se le dio.
Entonces Argentina apretó el acelerador, Zabaleta y Carrusca ganaban por afuera y Cavenaghi y Tévez se movían buscándose. Así, a los 23, llegó el primero: el Gordo de River armó, cambió largo para el de Boca que se la bajó a Rivas de cabeza para que el de Independiente –también de cabeza– la mandara adentro: golazo. Y diez minutos después, el segundo: hermoso centro de zurda con efecto de Carrusca que llegó vacío y cabezazo clásico de Zabaleta de pique. Ya estaba con eso. En la hora siguiente se consolidó la victoria holgada y la producción excelente.
El segundo trajo los otros dos goles. En el primero de Cavenaghi –ya suma siete en el torneo– resolvió con serenidad, solo, tras un robo de Rivas; en el segundo, llegó justo para cabecear entre las manos del arquero un centro perfecto de Zabaleta. Impecable.