La locura impaciente que vive el fútbol argentino llevó a que Julio Grondona, el presidente de la AFA, ratificara ayer el regreso de los torneos largos de 38 fechas a partir de la próxima temporada, como una medida tendiente a descomprimir las situaciones de presión que se viven en el fútbol a partir de la lotería de los resultados, y que alcanzó un punto álgido con el despido de Angel Cappa y la confusa situación de Claudio Borghi en Boca. “El torneo de 19 fechas es muy corto y sólo sirve para tener un campeón, nada más; y eso está produciendo una pasión desmedida en donde todo el mundo desea estar, pero todos no pueden”, dijo el dirigente, que volvió a utilizar la figura de “un proyecto que deberá definir el Comité Ejecutivo”, lo que supone que se adoptará la medida a su voluntad. Sin embargo, Grondona dijo que se mantendrán los promedios para el descenso porque “son buenos, ya que da la sensación de que nadie puede regalar nada, ni siquiera un punto”. River lleva sumados en el Apertura 2010 la misma cantidad de puntos que Banfield, Racing o Lanús, pero fue la situación del equipo respecto de los promedios (en zona de Promoción) la que prácticamente decidió la suerte de Cappa.