Sábado, 5 de febrero de 2011 | Hoy
DEPORTES › ENTREVISTA CON MAURO CAMORANESI, QUE REGRESA AL FúTBOL ARGENTINO EN LANúS
Luego de trece años en el exterior, el volante campeón del mundo con Italia en 2006 retornará al país para debutar en Primera División. “Aún es un momento de mi carrera en el que puedo aportar algo”, dijo el jugador, que aquí actuó en Aldosivi y Banfield en el Ascenso.
Insinuó sus ganas a lo largo del verano. Ya lo había hecho durante la temporada pasada, pero las idas y vueltas determinaron que se quedara seis meses más en Europa. Testarudo como cualquier italiano, en 2011 Mauro Camoranesi volvió a insistir. Su idea era clara: quería cerrar su carrera en Argentina, y si era en el club del cual es hincha, mejor. Pero River hizo oídos sordos. Entonces entró en escena Lanús. El intento fallido del operativo retorno de José Sand decidió a los dirigentes del elenco de la zona sur. Y así, a una semana del comienzo del Torneo Clausura dieron un golpe de efecto en el mercado de pases. Camoranesi, que se fue del país en 1998, cuando militaba en la Primera B Nacional con Banfield, tendrá su chance de jugar en Primera División, pero en la vereda de enfrente. El campeón del mundo con Italia en 2006 analizó en un diálogo con Página/12 sus expectativas de cara al desafío que se avecina.
–¿Qué lo motivó a volver a la Argentina luego de una extensa carrera en Europa?
–Una necesidad de demostrar a todos y a mí mismo que estoy en condiciones de afrontar mis últimos años de carrera con un compromiso diferente de los que estoy acostumbrado. Buscaba un cambio. Pretendía un aire nuevo y por eso quería estar en un fútbol que había dejado hace bastante. Ahora intentaré redescubrirlo. Se dio lo de Lanús, y aquí estoy. Aún es un momento de mi carrera en el que puedo aportar algo. No pretendía volver más adelante porque seguramente iba a ser mucho más difícil.
–¿Por qué Lanús?
–Estoy muy contento con la posibilidad que me dieron sus dirigentes. Lanús fue el primer equipo que se acercó con una propuesta cuando mi idea era regresar al país. Es una institución seria que demostró su interés, y por eso vine. Espero poder brindar toda mi experiencia y aclarar en la cancha que no estoy acá porque necesito un lugar decoroso para finalizar mi carrera. Pretendo aprovechar al máximo esta oportunidad. Sé que no me va a costar la adaptación.
–¿Qué piensa encontrar después de 13 años afuera?
–Me fui de un equipo jugando en la serie B y nunca había tenido la posibilidad de afrontar un torneo en Primera División. Espero disfrutar de este tiempo, mostrar la habilidad y la experiencia que adquirí en Europa. El fútbol cambió muchísimo desde aquella época. En ese momento era muy difícil que los equipos chicos consiguieran campeonatos. La realidad de hoy es otra. A los clubes importantes se les está haciendo más cuesta arriba. La competencia se emparejó. Esa es una motivación clave para que dijera que sí a este proyecto que me ofrecieron. Mi idea era estar en River, pero por problemas que no tienen que ver conmigo, desistieron. Entonces preferí la seriedad en Lanús.
–¿Qué significa ser el único campeón del mundo que va a jugar en el próximo Clausura?
–Aquel fue un logro inigualable. Es lo máximo a lo que puede aspirar un futbolista y no se compara con nada. Estar ahí en una final del mundo y levantar la Copa como se hizo es impagable. Y claro que siempre sirve ese título. Va a queda en mi memoria, pero ahora hay un desafío nuevo que poco tiene que ver con esa sensación. El título en Alemania va a permanecer para que les cuente a mis nietos. Ahora no va a pesar en lo más mínimo. Tal vez sólo para jerarquizar el plantel de Lanús en las estadísticas, pero la ansiedad y los nervios son muy fuertes más allá de cualquier consagración anterior.
–¿Qué lo convenció para decidirse y pegar la vuelta?
–Hay un buen equipo y un gran proyecto que me convenció a medida que lo iba conociendo. Agradezco la posibilidad que me están dando, pues pude volver a la Argentina, y de ahora en más jugar y competir. Además me plantearon la chance de continuar después de concluir mi carrera. Para eso falta mucho pero es una base importante que me permite pensar de cara a lo que sigue después de que finalice mi profesión. Es difícil decirlo ahora, teniendo en cuenta que recién arranco, pero un proyecto en juveniles es un puntal que me atrae y que no podía decirle que no.
–¿Qué expectativa tiene de cara al Clausura?
–Nada de otro mundo. Mi intención es aportar más allá de lo que puede significar mi nombre, pero no mucho más. Y llegué a un club que no me va a hacer sentir distinto. Lanús es un equipo competitivo que hace que cuando un jugador que se va puede seguir jugando con un gran nivel. Y con los que recién llegan pasa lo mismo. Eso es fundamental para lo que eran mis necesidades. Sé que es un plantel con muchos jóvenes que volvieron de Europa –Agustín Pelletieri y Diego Valeri– y, sobre todo, me gustó la determinación que tuvieron todos los dirigentes y el entrenador en contratarme. Espero aportar para llegar en la parte más alta de la clasifica (sic).
–¿Por qué cree que muchos futbolistas vuelven al país antes de tiempo?
–Porque se van antes de tiempo. Yo tuve mucha suerte, pero hubo que transpirar la camiseta más de la cuenta. Viajé demasiado. Hoy, varios jugadores se van a triunfar sin saber con lo que se pueden llegar a encontrar. En mi caso fue igual, pero el hecho de haberme mostrado en México y también en Uruguay me dio hilo en el carretel como para saber cómo afrontar ese tipo de desafíos fuera de casa. Otros padecen esa salida y no les queda otra que pegar la vuelta rápido. La adaptación es algo que para algunos es terrible. Por suerte, a mí eso no me afectó; y estoy seguro de que en Lanús voy a entrar muy bien.
Entrevista: Matías Quercia.
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