DEPORTES › UNA VICTORIA FINALMENTE HOLGADA TRAJO ALIVIO EN RIVER
El Infierno aún puede esperar
Tras un primer tiempo en el que el equipo se fue silbado y un primer gol en contra a los 18 del segundo, River reaccionó. El Bichi Fuertes dos veces y Lucho González le dieron la victoria y la paz.
Por Adrián De Benedictis
Victoria justa de River ante un rival que lo complicó mucho y al que no pudo ni supo quebrar hasta los últimos 25 minutos del partido, cuando todo parecía perdido –sobre todo para el técnico Pellegrini– tras el gol inicial de los paraguayos. Pero llegó la reacción, los tres goles y el aliento final de la tribuna que se había mostrado tan hostil a lo largo de una hora larga de juego. Es que en este River, que no conocía el triunfo desde mediados de enero, entre amistosos, el Clausura y la Copa, había que ganar, había que “poner huevo” como gritó la hinchada impaciente. Y puso y ganó. Por anoche –sólo por anoche– fue suficiente. Para ponerse a tono en la Libertadores y para darle un poquito de aire a su vapuleado técnico que tiene por fin unos días de descanso.
De arranque River mostró poca reacción ante un equipo que le tocaba la pelota en el medio y salía rápido para Soto y Cohener, que ganaban siempre por el sector izquierdo donde el improvisado Ahumada no podía con la zona. Lo de River era la presión de Husain grande en el medio y el apoyo a Darío que se mostraba por los costados. Pero la pelota no le llegaba a Cavenaghi, ya que ni D’Alessandro ni Lucho González estaban. Así, las mejores fueron para Libertad: una de Cohener, otro mano a mano de Derlis y, en la mejor, un remate de Pedrinho por arriba. River recién tuvo una ráfaga a la media hora: Cavenaghi por arriba, en el travesaño, derechazo de Darío, cabezazo de Demichelis.
En el segundo River entró frío pero ya a los diez Cavenaghi le dio al palo de tiro libre. Pero los visitantes llegaron al gol con doble cabezazo y pareció que se venía la noche. Pero no hubo tiempo: River se fue con todo y Libertad se replegó demasiado. Primero desbordó Darío por izquierda y el centro lo conectó Bichi en el segundo: gol. Al rato, Claudio le dio otra vez al palo y enseguida, tras un error de Benítez, Lucho hinchó la red. 2-1 y alivio. Y después el penal a D’Alessandro que concretó Fuertes. Era hora, River.