SOCIEDAD › EL GOBIERNO NACIONAL CONSTRUIRA
CUATRO NUEVAS VIAS EN EL CONURBANO
Otra vez se vienen las autopistas
Una unirá Puente Avellaneda con Temperley. Otra irá paralela al Riachuelo desde La Noria hasta Dock Sud. La tercera atravesará Morón. Y la cuarta vinculará la Buenos Aires-La Plata con Ruta 11. Habrá peaje y demolerán unas 640 viviendas. Ya hay vecinos organizados para el rechazo.
Por Mariana Carbajal
El Gobierno proyecta construir cuatro nuevas autopistas en el área metropolitana con el objetivo de liberar el tránsito pesado de los centros urbanos. Un equipo técnico de la Secretaría de Obras Públicas de la Nación ya finalizó los estudios preliminares. Las trazas contemplan múltiples expropiaciones de viviendas, principalmente en Morón y Lanús, lo que está generando la rebelión de vecinos que serían perjudicados con la demolición forzosa de sus propiedades. Según el recorrido establecido hasta el momento, la AU Sur unirá el Puente Avellaneda con la localidad de Temperley, en el sur del conurbano; la AU del Riachuelo irá paralela a este curso de agua desde el Puente La Noria hasta Dock Sud; la AU Arroyo Morón comenzará en el límite entre los partidos de La Matanza y Morón y finalizará en el empalme con el Camino de Cintura en el punto previo con la unión a la Ruta 201. Y la cuarta vinculará la AU Buenos Aires-La Plata con la ruta interbalnearia 11 y tendrá otra rama que llegará hasta la zona franca y portuaria de La Plata. El costo total –a valores de octubre– ascendería a 1110 millones de pesos y la idea es llevar adelante la construcción a través del sistema de concesión por peaje. Es decir, para usarlas habrá que pagar.
El proyecto fue presentado al presidente Duhalde a fin de año por el grupo técnico de la Secretaría de Obras Públicas que coordina el ingeniero Roberto Cruz, a cargo de los estudios preliminares de las obras. Para concretarse las cuatro autopistas deberían expropiarse viviendas, comercios y edificios de oficinas. Según pudo saber este diario, la traza de la AU Sur requiere de la expropiación de casi 300 viviendas, la mayoría en Lanús Este, y la AU Morón de poco más de 340, muchas de ellas en Haedo. “Se buscó la menor cantidad posible de expropiaciones”, aclaró Cruz.
En las dos últimas semanas, Cruz y su equipo estuvieron realizando una ronda informativa en los municipios por los que pasarían las autopistas. Así, la información comenzó a trascender entre los vecinos. La noticia causó pánico: mucha gente teme perder su vivienda. “Todos los días nos llaman cientos y cientos de vecinos para ver si están afectados o no por las trazas. En este momento en que estoy hablando con usted, las otras dos líneas están ocupadas con consultas de vecinos”, contó Cruz a este diario. En el partido de Lanús ya se formó una comisión de vecinos autoconvocados contra la AU Sur. Se reúnen semanalmente en la iglesia San Jorge, en Juncal y Mamberti, y en el Club Arenas, en Donovan y Ayacucho.
“Ya se quedaron con nuestros ahorros del corralito y ahora se quieren quedar con nuestras casas. La situación no está para mudarse y comprar algo con lo que te quieran dar por la expropiación”, bramó Silvana Koss, de 31 años, integrante de la comisión. Desde agosto vive en Vicente Damonte 1525, Lanús Este, a tres cuadras de la estación del ferrocarril, con su abuela, su madre y un hermano. La casa es propiedad de su abuela desde 1958. “Es un PH de tres ambientas con patio. Acabamos de refaccionarlo a nuevo. De ninguna manera queremos dejarlo”, agregó. Según la traza fijada por los técnicos de Obras Públicas, su manzana volaría en pedazos para permitir el paso de la autopista. Fabiana Cejas también despotrica contra el proyecto. Su casa también está en la traza de la AU Sur: “Soy la quinta generación que vive acá. Hace dos semanas que no dormimos”. Cuenta que en septiembre pagó el derecho de demolición, tiró la vieja propiedad abajo y en el terreno que alguna vez ocuparon sus bisabuelos empezó a construir un chalet de 250 metros cuadrados. “Estamos poniendo los pisos y haciendo las terminaciones. Ahora no sabemos si seguir o no adelante. Es una situación terrible”, se lamentó. En Lanús Este están afectadas por la traza 19 manzanas con un total de 140 viviendas. Según explicó Cruz, es el Tribunal de Tasaciones de la Nación el que fija el valor a pagar por cada vivienda a expropiar. La gente recibiría un 10 por ciento más sobre ese monto, que es el porcentaje que se calcula que gasta el Estado en un juicio de expropiación cuando el propietario no acepta por las buenas entregar su casa para la demolición.En los últimos días, los vecinos de Lanús hicieron llegar su ira al intendente Manuel Quindimil, quien apremiado por la presión gestionó que los técnicos de Obras Públicas dieran la cara en la comuna para detallar el proyecto de la AU Sur a sus virtuales damnificados. La reunión encabezada por Cruz fue el último miércoles.
Reactivar
El objetivo de fondo de las obras, en realidad, es impulsar proyectos viales para la reactivación económica, según destaca el resumen ejecutivo al que tuvo acceso este diario. En diálogo con Página/12, Cruz justificó cada una de las trazas. Las cuatro apuntan a liberar el tránsito pesado que circula por los centros urbanos del Gran Buenos Aires, dijo. “A 200 metros del microcentro porteño transitan camiones con cargas límites, al igual que en todos los municipios del conurbano, lo que provoca innumerables destrucciones y colapsos de pavimentos urbanos diseñados para tránsito liviano. Esta situación genera un cuadro general de desorden, congestión, contaminación, inseguridad vial e importantes deseconomías en el transporte por el tiempo que demoran los fletes. Con las cuatro autopistas proyectadas, los camiones tendrían una vía más rápida y adecuada para transitar”, justificó el técnico. Así, sostuvo, se mejoraría el tránsito, bajarían los accidentes viales y se reduciría la contaminación.
Cruz fundamentó la necesidad de la AU Sur en el grado de congestión que suele tener la avenida Pavón-Hipólito Yrigoyen en varias horas del días por la cantidad de camiones que la transitan. “Para ir desde el Puente Pueyrredón, en Avellaneda, a Lomas de Zamora, el tránsito pesado demora entre 1 hora 45 minutos y 2 horas. Esa misma distancia, unos 50 kilómetros, por la autopista Buenos Aires-La Plata se cubre en 30 minutos”, comparó. Sobre la necesidad de concretar las otras tres vías rápidas, Cruz señaló: “Hoy, los accesos al puerto y a la zona franca de La Plata deben recorrer el casco urbano de La Plata, Berisso y Ensenada. El primer anillo a la Capital Federal, que es la avenida General Paz, está inconcluso, pues se extiende desde el Río de la Plata hasta el Puente La Noria. El tramo Puente La Noria-Puerto de Buenos Aires que sigue el curso del Riachuelo, sólo tiene algunos sectores pavimentados y no como autopista. El segundo anillo, que es el Camino de Cintura, es la principal circunvalación del tránsito pesado del Gran Buenos Aires. Este anillo tiene un tramo de 9 kilómetros que atraviesa el ejido urbano de la ciudad de Morón. La circulación se realiza en este tramo a 15 kilómetros por hora”, detalló.
Cruz reconoce que es muy difícil que se haga el llamado a licitación antes de que finalice la gestión de Duhalde. “Pero el próximo gobierno habrá ganado tiempo porque recibirá todos los estudios necesarios para encarar las obras”, destacó. Mientras el proyecto vial avanza, los vecinos se organizan para resistir a la topadora.