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Dos mundos conviven en la Ideal, la tradicional confitería de Suipacha, casi esquina Corrientes. Abajo, un salón semivacío y poco iluminado; arriba, una multitud de parejas que dibuja firuletes al compás de tangos y milongas. Bajo la consigna “Todos por la Ideal”, se anunciará allí, esta tarde, un programa de subsidios para los bares notables de la ciudad, que tendrá a los dueños de casa como principales destinatarios. Es que la histórica confitería no ha podido revertir el declive de los últimos años, pese al esfuerzo de sus dueños y la fidelidad de algunos parroquianos.
“Nos cuesta mucho afrontar la recuperación de los salones: cada uno tiene 800 metros cuadrados y hace 20 años que no se invierte un peso en mantenimiento”, confiesa Rubén Muia, uno de los dueños de la Ideal. El, en realidad, se hizo cargo del comercio en 1997, junto con su socio, Jorge Vieites, pero ambos heredaron el negocio que manejaron sus padres desde 1961. Los propietarios acaban de firmar un acuerdo con el gobierno porteño: ellos se harán cargo de algunos trabajos, como la reparación de los techos, para evitar que el agua siga deteriorando los cielorrasos; y recibirán un subsidio de 59.000 pesos destinados a realizar trabajos de recuperación, más el asesoramiento técnico de arquitectos especialistas en restauración.
“El objetivo es que éste sea el año de la recuperación de la Ideal”, dice a Página/12 la arquitecta Silvia Fajre, subsecretaria de Patrimonio Cultural. Como parte de ese proyecto, la confitería fue incluida en el grupo de bares notables donde se ofrecerán espectáculos gratuitos durante el V Festival de Tango, que comienza mañana. Las funciones continuarán en ese escenario todos los viernes por la noche, a partir de abril.
El presupuesto alcanza para recuperar cielorrasos y molduras arruinadas por la humedad, reparar las puertas de madera y reponer los mosaicos deteriorados del piso. “También hay que lustrar las maderas de la boiserie, un trabajo que podría estar a cargo de los alumnos de la Escuela Taller del Casco Histórico”, dijo Fajre.
Los salones también necesitan una mano de pintura, pero eso será parte de una segunda etapa. “Lo importante es que el bar recupere a los parroquianos –agrega la funcionaria– y con ese fin se mantendrán hasta diciembre los espectáculos gratuitos.” Los propietarios de la Ideal se entusiasman con el proyecto, porque el tango es un atractivo para los turistas que pululan por la zona y que asisten en cuentagotas. “No queremos competir con El Viejo Almacén, pero acá los turistas pueden venir caminando”, dice Vieites.
En rigor, ésta es la primera ayuda oficial importante que recibe la confitería, declarada como Area de Protección Histórica por la Legislatura porteña, en agosto de 1998. Ubicada en Suipacha 384, su planta principal fue construida en 1917. Al principio se destacó por la fabricación de masas y postres, pero en la década del ‘30 incorporó el bar y la planta alta, que se utilizó para fiestas y despedidas de los vecinos más distinguidos. “Era un lugar para gente bacana”, dice Muia, rememorando mejores tiempos. Y para personalidades destacadas, como Marcelo T. de Alvear, Alfredo Palacios y Eva Perón.
Hoy, la confitería sobrevive gracias a las clases de tango y a las milongas que funcionan, en horario de matinée, en la planta alta. “Trate de no sacar fotos, que siempre hay algunos escapados de su casa o del trabajo”, reclama uno de lo mozos.
La Ideal será la más beneficiada pero no la única: también recibirán subsidios otros bares incluidos en el programa, como El Progreso, de Montes de Oca al 1700; La Embajada, de Santiago del Estero 88; el Café de García, en Sanabria al 3300; el Almacén, de Matheu 812, y el Bar Oviedo, en Lisandro de la Torre 2400, en pleno Mataderos. El anuncio se hará hoy, a partir de las 18, en el marco de un show gratuito en el que actuaránMarikena Monti, Marcelo Boccanera, el trío Seba-Mielgo y Condomi, los bailarines Sabrina y Rubén Véliz y la narradora Ana Padovani.