Barcelona o Real Madrid: alguno de los dos abrirá hoy la temporada conquistando el título de una Supercopa de España que les permita pisar fuerte y condicionar al rival para los momentos clave del año. El torneo “más importante del verano y menos importante de la temporada”, en una nada inocente definición de José Mourinho, entrenador del Real Madrid, adquirió un nuevo significado tras el extraño partido de ida el domingo en el Bernabeu. Aquel 2-2 dio pie, como casi siempre, a interpretaciones opuestas, según llegaran de Madrid o Barcelona, pero algo fue claro: el Real Madrid de Mourinho jugó su partido más generoso y ofensivo ante el Barça de Josep Guardiola, pero ni así pudo ganar. Por primera vez, el Barcelona tuvo más pegada que fútbol, más efectividad que juego. “Tengo la impresión de que tenemos que jugar mejor de lo que jugamos en el Bernabeu para llevarnos la Supercopa”, admitió Guardiola. “El partido del otro día nos costó mucho”, añadió. Ambos equipos saldrán al césped a última hora (a las 18 en Argentina, televisa Metro). Aunque Guardiola no dará a conocer el equipo hasta hoy, se espera que Piqué, Xavi, Busquets y Pedro le den su impronta a la formación azulgrana desde el inicio, y se descuenta que Lionel Messi estará desde el arranque en el ataque, para intentar marcar como hizo el domingo en Madrid, mientras que todo indica que las dudas de Mourinho pasan por si jugará su compatriota Coentrao o volverá a darle la titularidad a Di María. Será la quinta definición de la Supercopa entre los dos grandes del fútbol español, y todo un aliciente para el Barcelona, porque las cuatro anteriores relucen en las vitrinas del Bernabeu.