Maravilla Martínez, durante el pesaje. Dio la categoría sin problemas.
Imagen: Télam.

Sergio “Maravilla” Martínez tratará de dar esta noche un nuevo show de velocidad, talento y contundencia puestos al servicio del mejor boxeo del mundo. Desde las 22 y con televisación directa de TyC Sports, el más destacado pugilista argentino de los últimos tiempos expondrá su título diamante de los medianos del Consejo Mundial ante el inglés Darren Barker en una pelea a 12 asaltos que tendrá lugar en el Boardwalk Hall de Atlantic City, en los Estados Unidos. En el pesaje oficial, Martínez registró 71,700 kilogramos, mientras que Barker dio 72,350.

En verdad, Barker surge como rival de Martínez a partir de la constatación de que el quilmeño ya no tiene con quienes pelear. Es demasiado grande de peso para Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, los únicos que pueden discutirle la condición de mejor boxeador libra por libra de la actualidad. Y entre los medianos, Julio César Chávez junior, el campeón regular del CMB, no parece muy interesado en enfrentarlo por ahora. Como la cadena televisiva de cable HBO, dueña de los derechos de televisión de los combates de Maravilla, le había reservado la fecha de hoy, hubo que salir a buscar un adversario de ocasión. Y fue allí cuando apareció Barker.

El inglés tiene 29 años, está invicto en 23 salidas profesionales con 14 triunfos antes del límite y es el actual campeón británico y europeo de los medianos. Pero en su record no aparecen nombres salientes que den la medida de su auténtica potencialidad. De allí las dudas que se plantean respecto de sus chances de poder siquiera complicarlo a Martínez.

Ajeno a todo esto, el zurdo quilmeño de 36 años ha completado su exigente preparación en Oxnard, California, y parece a punto para otra victoria en gran forma. Lo avalan su record de 47 triunfos (26 por fuera de combate), dos derrotas y dos empates y el recuerdo de sus últimos grandes éxitos ante Kelly Pavlik, Paul Williams y Serhyi Dzindizruk. Pero por sobre todo, el talento y el poderío de su boxeo que le regalan una fiesta a los sentidos cada vez que sube a un cuadrilátero.