Un botellazo lanzado por un hincha de Boca hacia la policía derivó en un enfrentamiento con palos y piedras entre el público y agentes, que dejó un saldo de cuatro detenidos en el comienzo de la venta de las 18.000 populares para el segundo superclásico de verano, que se desarrollará mañana en el estadio Malvinas Argentinas.

Todo empezó antes de las 9 cuando algunos hinchas empezaron a colarse en las filas cuando cientos habían estado esperando la apertura de las boleterías desde la madrugada. Allí la policía intervino para ordenar y un hincha lanzó un botellazo contra el grupo de agentes, que detuvieron a uno de los compradores.

Pero otro grupo reaccionó ante la detención y se produjeron los enfrentamientos. Los policías utilizaron escudos y bastones y los hinchas lanzaron piedras, palos y botellas. Se metió la caballería para separar a los hinchas y otros tres fueron detenidos.

Desde la departamental de la capital mendocina, el comisario Gustavo Bastías señaló a radio Nihuil que hubo “alguna agresión al personal policial que estaba apostado en la zona, sin consecuencias graves ni para el personal ni para el público que estaba haciendo cola para las entradas”. El expendio, que había comenzado lentamente a las 9 –había malestar porque hubo gente que pasó parte de la madrugada en la fila–, se agilizó y ello calmó el clima.

En tanto que también se vendieron sin incidentes populares en la cancha de Godoy Cruz y el Diario Uno. En todas esas sedes hubo hinchas que iniciaron la espera desde las 22 del jueves. “En Godoy Cruz todo estuvo tranquilo”, confió un oficial que estuvo en el operativo de control.