“Fue una reunión interna, en la que se debatieron temas del tiempo político, como se hace en todos los espacios, buscando cuáles son los caminos, hacia dónde hay que ir”, volvió a explicar ayer el vicepresidente, Amado Boudou –en el mismo sentido de lo que había expresado el jueves a Página/12– respecto de la polvareda que levantó el encuentro del kirchnerismo en Mar del Plata, donde se conversó sobre una eventual reforma constitucional. El vice salió a aclarar ayer que “no es tiempo de ingenierías políticas sino de trabajar en temas de gestión”, ratificó el liderazgo de Cristina Fernández y disparó una crítica filosa dirigida a “algunas personas que han sido parte importante de este proyecto y ahora están haciendo planteos de que no hay que seguir enfrentando a las corporaciones”. Desde la oposición, de todas maneras, salieron a rechazar el supuesto proyecto de re-reelección y lo calificaron como un intento de la Presidenta para perpetuarse en el poder (ver aparte).

Las discusiones alrededor del tema de la reforma constitucional no son una novedad en el kirchnerismo. El episodio más resonante lo protagonizó el verano pasado la diputada Diana Conti, quien manifestó su deseo de modificar la Carta Magna para lograr “una Cristina eterna”. El asunto fue desestimado poco después pero se reflotó el miércoles en el encuentro donde asistieron unos 80 dirigentes del kirchnerismo, entre los que se encontraban Boudou, el vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto, el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, el senador Aníbal Fernández, el dirigente de La Cámpora, José Ottavis, la ministra de Gobierno bonaerense Cristina Alvarez Rodríguez, además de intendentes encabezados por Hugo Curto de Tres de Febrero y Gustavo Pulti de Mar del Plata.

Fuentes del peronismo evaluaron que volver a hablar de una supuesta “re-reelección” (que en la reunión habría sido planteada por una diputada provincial) es un mensaje hacia adentro y más precisamente hacia el gobernador bonaerense Daniel Scioli, que se mostró conciliador con el líder de la CGT, Hugo Moyano, en momentos en que el sindicalista está en crisis con la Casa Rosada. “Scioli se ha lanzado a lo bestia, sin ningún tipo de limitación, se corta del conjunto”, señaló a Página/12 un dirigente que conoce como pocos la interna del peronismo. En el Gobierno no cayó bien la actitud de Scioli de pedirle a Moyano que revea su renuncia al PJ bonaerense, lo que consideraron parte de una estrategia del gobernador para fortalecer su propio proyecto presidencial.

El camionero tiene pendiente la presentación formal de su renuncia al PJ, que anunció a mediados de diciembre y que tenía previsto hacerla en una reunión con Scioli, quien según el moyanista Jorge Mancini la postergó en tres oportunidades. En este contexto, Boudou consideró ayer que un eventual encuentro entre el gobernador bonaerense y el secretario general de la CGT “no cae ni bien ni mal” sino que “son posiciones que toman los dirigentes y que, en definitiva, quien las va evaluando es el conjunto de la sociedad”. Hay varias personalidades de peso en el PJ bonaerense con posibilidades de ocupar el lugar de Moyano a nivel nacional. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, el presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez, Aníbal Fernández, Mariotto y el intendente Curto, entre otros.

“Más allá de si se va a la re-re, a lo que apunta es a facilitar la gobernabilidad”, señaló un dirigente del PJ. Existen sectores del kirchnerismo que sostienen que es necesaria una reforma constitucional. Domínguez, por ejemplo, se expresó a favor, pero aclaró que no contempla la re-reelección de CFK.

Por otro carril, el juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni viene desde hace tiempo señalando que considera pertinente ir hacia un régimen parlamentario porque “permite superar las crisis más fácilmente y con menos trauma que el presidencialismo”.

Cuando le preguntaron si descartaba su apoyo a una eventual reforma constitucional, el vicepresidente explicó que “uno no puede decir hoy lo que va a pasar pasado mañana, sería una tontería”, y destacó que “a todos les suceden cosas que son imprevistas, imprevisibles, que no están en la agenda de un día y pasan a estar en la agenda de otro día”.