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Pocas veces unas semifinales ofrecieron tan pocas dudas: como si Estados Unidos y la República Checa no contaran como rivales para septiembre, el mundo del tenis disfruta ya por adelantado de una nueva final de Copa Davis entre Argentina y España.

“Con ellos dos sería muy, muy difícil”, se anticipó el capitán argentino, Martín Jaite, cuando se le preguntó por los españoles Rafael Nadal y David Ferrer como rivales en una eventual final del 16 al 18 de noviembre en Buenos Aires.

Es cierto que del 14 al 16 de septiembre habrá dos semifinales antes de esa potencial final. En una, España recibirá a Estados Unidos. En la otra, Argentina hará lo propio con la República Checa. Tanto en una como en la otra, los locales son favoritos.

“Cada vez que entras a una cancha frente a España, no importa lo que ofrezcan, son duros de vencer. El año pasado ganaron (incluso) en superficies duras. Son el mejor equipo del mundo, así que tendremos que jugar tan bien como en las dos primeras rondas”, dijo el capitán estadounidense, Jim Courier, tras el 3-2 sobre Francia en Montecarlo.

Es probable que con jugar tan bien como ante Suiza y Francia en las primeras rondas tampoco le sea suficiente a Estados Unidos. Al fin y al cabo, España ganó sus últimas 25 series sobre polvo de ladrillo y no pierde como local desde que lo hiciera en Lérida en 1999 ante el Brasil de Gustavo Kuerten.

La serie entre argentinos y checos en Buenos Aires es levemente más pareja, aunque los sudamericanos, que tienen el título de la Davis como gran asignatura pendiente de su deporte, son claros favoritos. “Argentina es uno de los mejores equipos del mundo, estará en casa y sobre polvo de ladrillo, y son difíciles de batir, como los españoles, pero intentaremos triunfar”, dijo el capitán checo, Jaro Navratil.

“Tomas (Berdych) tuvo una gran actuación, ¿por qué no va a ser capaz de repetirla allí?”, añadió. Berdych coincidió en el análisis. Según el número uno checo, los argentinos, que jamás ganaron la Copa Davis, son “un hueso duro de roer. Pero hay mucho tiempo hasta septiembre y sería fantástico seguir adelante”.

Alex Corretja, el capitán español, aseguró que ni se le pasó por la cabeza una eventual final en Argentina. “No sé que piensan los argentinos y los checos, yo no me voy a meter en eso”, dijo el ex número dos del mundo. “No pensamos en la final, ni mucho menos, pensamos en las semifinales”, insistió el capitán, que espera volver a contar con Nadal en las semifinales tras dos series en las que el astro español se ausentó del equipo.

Pese a las precauciones de Corretja, el rumbo de la historia marca una nueva cita entre españoles y argentinos, un duelo que se está convirtiendo en uno de los más atractivos que puede ofrecer la Davis. Y uno de los más dramáticos, si se repara en los últimos enfrentamientos.

La final de 2008 en Mar del Plata es una de las más increíbles de la historia del torneo. Los argentinos casi celebraron por anticipado su primer título, entusiasmados con la ausencia por lesión de Nadal. Pero Feliciano López y Fernando Verdasco lideraron a los españoles ante David Nalbandian y Juan Martín del Potro, que ni siquiera se llevaban como perro y gato. Era aún peor.

Sevilla, en diciembre de 2011, marcó un nuevo choque entre ambas potencias del tenis en la final. La clave de ese fin de semana estuvo en el vibrante partido que Del Potro no estuvo lejos de ganarle a Nadal, pero finalmente España selló un 3-1 para alzar por quinta vez el trofeo.

Nadal cuidó su físico y optó por no jugar las dos primeras series del año, pero difícilmente se perdería una final en Argentina, país en el que tiene grandes amigos y en el que no juega desde febrero de 2005.

Por eso, si nada extraño sucede, la luminosa primavera de Buenos Aires será el marco en noviembre de la tercera edición del nuevo “clásico” de la Davis.