La novia de François Hollande está furiosa con el presidente Nicolas Sarkozy. También lo está su ex mujer, Cecilia. Carla Bruni de Sarkozy dice que ella es más como Lady Gaga que una primera dama clásica. A algunas personas del partido del mandatario les gustaría que ella estuviera más activa en la campaña. Las mujeres actuales y pasadas de los candidatos aparecen mencionadas en los medios, incluso las de bajo perfil.

La trama subyacente de la última campaña presidencial en 2007 fueron las tambaleantes relaciones románticas de ambos candidatos favoritos. Sus sociedades se rompieron inmediatamente después de las elecciones. Sarkozy rompió con Cecilia, su segunda mujer, y la candidata socialista Segolénè Royal se separó de su socio de larga data y padre de sus cuatro hijos: el candidato socialista de este año, François Hollande. No hubo tales distracciones esta vez. En realidad, tanto Bruni-Sarkozy como la nueva pareja de Hollande, Valerie Trierweiler, han jugado un rol relativamente pequeño en la campaña. Esto no evitó que desde el sector de Sarkozy –y hasta el mismo presidente– tiraran terrones de barro a Trierweiler. La campaña presidencial hizo saber que la periodista de revistas y televisión es “fría”, “no querida”, “conocida como la Duquesa” y que ella “lo votó a Sarkozy la última vez”. El presidente mismo sugirió –equivocadamente– que Trierweiler es “amiga” de ricos barones de los medios. En una entrevista con el diario Libération, Trierweiler, de 47 años, dijo: “No entiendo su actitud. Nadie está atacando a su mujer. ¿Qué motivos tiene para meterse conmigo?”. Mientras tanto, se dice que Cecilia Sarkozy, que ahora vive en Nueva York, está furiosa porque su ex marido la culpó a ella y a la ruptura de su matrimonio por las muchas gaffes que cometió al comienzo de su presidencia.

Por The Independent de Gran Bretaña.
Especial para Página/12. Traducción: Celita Doyhambéhère.