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“Las patadas que me dieron me importaron menos que el triunfo. Ganamos muy bien, pero tenemos que estar tranquilos porque todavía no ganamos nada.” A su regreso a Buenos Aires, Andrés D’Alessandro, la figura de River en la histórica victoria ante el Corinthians –la primera que logra el equipo de Núñez en Brasil disputando la Copa Libertadores–, aseguró que el triunfo en el Morumbí “fue el más importante en lo que va de la Copa, aunque no sé si en el año”. En Italia se asegura que la Juventus acelerará las gestiones para conseguir su pase, por el que pagaría 9 millones de euros. Según versiones, Luciano Moggi, director deportivo del club de Turín, se reunía ayer con el representante del jugador, Marcelo Simonián. El partido de ida de los cuartos de final, ante el América de Cali, se jugará el martes a las 21.10 en el Monumental.
Según D’Alessandro, “el funcionamiento del equipo fue efectivo y siempre que pasa eso las individualidades se destacan. Pero que quede claro que todas las líneas jugaron muy bien y no hubo errores”.
El volante fue el blanco de la violencia de los jugadores brasileños. “Fue bueno no entrar en la provocación, porque ya había bronca del partido que ganamos en Buenos Aires –señaló–. Las patadas son circunstancias del juego, por eso era importante pedir la pelota y no esconderse.”
D’Alessandro explicó, en tono jocoso, que los veteranos del equipo le recordaron en varias oportunidades y de manera gráfica la necesidad de no reaccionar. “Los más grandes, como Ameli o Coudet, me amenazaban cada vez que andaba por el suelo, diciéndome que me iban a ‘fajar’ en el vestuario si me hacía echar o amonestar por reaccionar”, explicó.
La trascendencia del triunfo y la clasificación a los cuartos de final de la Copa fue rescatada por el jugador: “Esto es importante en lo anímico y futbolístico –opinó–. Tal vez sirva para dar el puntapié inicial y seguir creciendo como equipo. Vamos a dar pelea hasta el final y trataremos de ganar la Libertadores, algo que sabemos es complicado, pero no imposible”.