El volante de Boca Cristian Erbes, quien se retiró lesionado en el triunfo ante el líder Vélez, sufrió apenas una contractura en el aductor derecho y llegará en condiciones para el clásico del domingo con Racing. El mediocampista Guillermo Fernández consideró que a partir del triunfo ante el puntero, Boca todavía puede ilusionarse.

Luego del éxito ante Vélez, el plantel regresó a los entrenamientos con la preocupación generada por la molestia de Erbes, que fue reemplazado por Leandro Somoza durante la segunda mitad. Sin embargo, el mediocampista fue sometido a una resonancia magnética que arrojó resultados positivos, ya que la contractura que sufre no le impedirá estar presente ante Racing. Mientras Erbes era sometido a los estudios, los otros jugadores que actuaron ante Vélez hicieron movimientos livianos y trabajos regenerativos. El resto hizo una tarea de fútbol en espacios reducidos.

El uruguayo Emiliano Albín se ausentó en la práctica ya que no consiguió vuelo desde Montevideo: el plantel iba a tener licencia, pero se pasó para hoy por el paro al que adherirán los empleados del club. Tampoco se presentaron los arqueros Agustín Orion y Oscar Ustari y el defensor Clemente Rodríguez, afectados a la Selección. El plantel volverá al trabajo mañana con vistas al clásico en la Bombonera.

Tras la práctica, Guillermo Fernández destacó que todavía sienten que pueden pelear el torneo. “Tenemos chances matemáticas y vamos a seguir luchando”, indicó el juvenil mediocampista, que igualmente aclaró que también está en marcha el objetivo de ingresar en la Copa Libertadores. “Hay muchos equipos que están peleando por entrar, trataremos de seguir en este camino y terminar entrando en la Copa”, dijo en diálogo con La Red.

La otra novedad de la jornada estuvo en la denuncia de los jugadores por el maltrato recibido en Liniers, de parte de los hinchas de Vélez. “Cuando salíamos había gente que nos insultaba, pero después sentimos unos piedrazos que estallaron un vidrio. Por el tráfico el micro no podía avanzar, y ahí sentimos un poco de desesperación porque nos tiraban de los dos lados”, describió Lautaro Acosta, que reconoció que en ese momento cerraron las cortinas y todos los futbolistas se tiraron al piso.