Martes, 5 de febrero de 2013 | Hoy
DEPORTES › ESTA NOCHE, EN VIñA DEL MAR
Rafael Nadal volverá a pisar oficialmente una cancha de tenis después de 222 días, cuando debute en el dobles del torneo de Viña del Mar junto a su amigo argentino Juan Mónaco, la primera gran prueba para una rodilla izquierda que aún genera incógnitas. El número cinco del mundo no juega desde su caída el 28 de junio de 2012 en la segunda ronda de Wimbledon ante Lukas Rosol, y por esas cosas del destino volverá hoy a tener en su regreso a un Lukas checo del otro lado de la red. No será Rosol sino Lukas Dlouhy, que junto al también checo Frantisek Cermak son los segundos favoritos del cuadro de dobles del certamen chileno.
El encuentro no sólo será un aperitivo de su debut mañana en el cuadro de singles (ante Guido Pella o Federico Delbonis, que se enfrentan hoy), sino también una ocasión para empezar a responder la pregunta que el mundo del tenis se hace desde hace más de siete meses: ¿cómo está su rodilla?
“Está muchísimo mejor, ya no hay riesgo de romper, aunque sigo teniendo molestias que me impedían jugar. Pero ahora estoy aquí para intentar dar el máximo”, dijo Nadal apenas arribó a Chile. En rigor, lo que lo mantuvo alejado del circuito fue una doble lesión en la rodilla izquierda. Una consiste en el llamado “síndrome de Hoffa”, una inflamación de la zona de grasa situada detrás del tendón rotuliano y debajo de la rótula. La otra es una rotura parcial del tendón rotuliano en esa misma rodilla.
Luego sobrevino un virus estomacal que lo obligó a bajarse del torneo de Doha y el Abierto de Australia, pero lo que amenaza realmente su carrera es la rodilla.
Desde su llegada a Chile, al siete veces campeón de Roland Garros se lo vio entrenar sin ningún tipo de problemas a la hora de desplazarse, pese a la venda que lleva en la zona. “Lo vi muy bien, el entrenamiento ha ido bien, hemos entrenado creo yo a un gran nivel, y a ver si podemos mantenerlo durante todo este tiempo”, analizó su tío y entrenador Toni Nadal, para quien el torneo que se juega en el balneario chileno es “tan importante como Roland Garros”.
Pero las declaraciones en torno de la rodilla generan más dudas que certezas. “No estamos recuperados al cien por cien”, dijo también Toni Nadal, ratificando así lo que el propio jugador admitió antes de viajar: que todavía siente molestias.
“Si la rodilla me deja de doler, no veo ningún problema para volver a tener confianza total en mis movimientos, en mi forma de correr, en mi forma de jugar. No va a ser un problema, siempre y cuando la rodilla no me duela”, explicó el tenista, sembrando dudas con su uso permanente del condicional.
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